Vivimos en una época donde la tecnología avanza a pasos agigantados, y con ella, las formas en que la información puede ser manipulada. Uno de los desafíos más recientes es la proliferación de videos generados por IA o «deepfakes». Estos videos son creados o alterados mediante inteligencia artificial para parecer auténticos, pero en realidad, nunca ocurrieron. La capacidad de crear un video falso y convincente con un simple comando es tanto fascinante como alarmante, y por eso es crucial que sepamos cómo identificar estos engaños.
¿Qué es un video generado por IA?
Antes de entrar en detalles sobre cómo detectar un video falso, es importante entender qué son. Los videos generados por IA se dividen principalmente en dos categorías: aquellos creados completamente desde cero por modelos de IA y los que son alteraciones de videos reales, donde se sobrepone un rostro o se modifica el audio para que coincida con una narrativa falsa. En ambos casos, el resultado puede ser sorprendentemente realista.
Las señales que debes buscar
1. Incongruencias en los rostros
Si alguna vez has visto un video donde el rostro de una persona parece ligeramente «apagado», con movimientos que no coinciden del todo con su expresión o el entorno, es probable que estés frente a un deepfake. Estos videos suelen tener fallos evidentes en la sincronización de los labios con el audio o en la integración del rostro con el resto del cuerpo, creando un efecto incómodo y antinatural, lo que muchos llaman «el valle inquietante».
2. Desincronización del audio y los movimientos labiales
Uno de los fallos más comunes en los deepfakes es la dificultad de alinear correctamente los movimientos de la boca con el audio. Si notas que las palabras no coinciden con el movimiento de los labios, o si el audio parece «pegado» sobre la imagen, es un claro indicio de manipulación. Algunos ejemplos notables incluyen videos falsos de figuras públicas diciendo cosas absurdas o fuera de contexto.
3. Artefactos y glitches en el video
Los videos generados por IA a menudo contienen pequeños errores, como parpadeos inexplicables, elementos en el fondo que parecen moverse a una velocidad diferente o detalles visuales que no se mantienen coherentes a lo largo del video. Estos errores pueden ser difíciles de detectar a simple vista, pero con una observación más detenida, se vuelven evidentes.
4. Física incoherente
Los modelos de IA aún no entienden completamente cómo funcionan las leyes de la física en el mundo real, lo que puede llevar a resultados extraños. Por ejemplo, en un video generado por IA, podrías ver olas del mar moviéndose en la dirección incorrecta o personas caminando de manera extraña. En otro ejemplo, un video podría mostrar a alguien corriendo en una cinta de correr, pero con un movimiento que simplemente no tiene sentido en la vida real.
5. La aparición de extremidades adicionales
Este es quizás uno de los errores más obvios y, al mismo tiempo, más cómicos. En algunos videos, es posible que veas a personas con brazos o piernas adicionales que aparecen y desaparecen. Esto sucede porque la IA no siempre entiende cuántos miembros debe tener una persona o animal, lo que resulta en imágenes que, aunque a primera vista parezcan normales, revelan detalles que no tienen sentido.
¿Cómo podemos protegernos?
Entonces, ¿qué podemos hacer para protegernos de caer en la trampa de los videos falsos? Primero, desarrollar un ojo crítico es clave. Siempre que veas un video que te cause dudas, tómate el tiempo de analizarlo con cuidado. Busca inconsistencias en la iluminación, en los movimientos faciales y en la sincronización del audio.
Yo creo que uno de los recursos más valiosos es compartir tus hallazgos con otros y discutirlos. En WWWhatsnew.com, por ejemplo, a menudo se exploran temas sobre las nuevas tecnologías y cómo pueden ser tanto beneficiosas como perjudiciales. La conversación abierta y la educación continua son nuestras mejores herramientas contra la desinformación.
Los videos generados por IA representan un desafío nuevo y complejo para nuestra percepción de la realidad. Aprender a identificarlos no es solo una habilidad útil, sino una necesidad en un mundo donde la información falsa puede propagarse rápidamente. En mi opinión, mientras más conscientes seamos de las señales a observar, mejor preparados estaremos para navegar este nuevo panorama digital.