Imagínate un mundo donde los robots no solo realizan tareas cotidianas, sino que también pueden bailar con gracia y emoción. Esta es la visión de Catie Cuan, una pionera en un innovador campo llamado coreo-robótica, que combina la danza y la robótica para crear robots que se muevan de manera más humana y emocionalmente resonante.
De los escenarios humanos a los robots
En 2017, Catie Cuan hizo una transición única: pasó de bailar en escenarios con humanos a bailar con robots. Ha trabajado con una amplia variedad de robots: grandes, pequeños, con un solo brazo, voladores, aspiradores y muchos más. Estos robots varían desde aquellos que se asemejan a los humanos hasta aquellos que no tienen ninguna semejanza. Cuan cree firmemente que ha coreografiado y bailado con más tipos de robots que cualquier otra persona en el mundo.
La importancia del movimiento en los robots
¿Por qué enseñar a los robots a bailar? Cuan explica que los coreógrafos entienden cómo el movimiento afecta nuestras emociones. Por ejemplo, un robot que abre cortésmente una puerta para dejarte pasar puede hacerte sentir reconocido, mientras que uno que se mueve rápidamente hacia ti y te esquiva en el último segundo puede provocar miedo. A medida que los robots se integran en nuestros entornos cotidianos, desde aceras hasta hospitales, es crucial que examinemos cómo se mueven para evitar que resulten amenazantes o confusos.
La intersección de la danza y la robótica
Además de ser coreógrafa, Cuan es ingeniera y especialista en robótica. Estudia cómo el movimiento de los robots puede influir en nuestras emociones, combinando su experiencia en robótica y danza en un campo emergente que llama coreo-robótica. Actualmente, se está dotando a la inteligencia artificial (IA) de cuerpos robóticos con inteligencia física. Tecnologías de IA como GPT y Gemini están convirtiéndose en el cerebro de estos robots, haciéndolos cada vez más inteligentes.
La necesidad de enseñar a los robots a bailar
Cuan sostiene que los especialistas en robótica suelen optimizar el movimiento de los robots para lograr eficiencia y éxito, pero esto no es suficiente. Necesitamos que los robots puedan bailar, realizar cada movimiento con intención, agilidad, equilibrio y gracia. Si un robot puede bailar, también será un mejor cuidador, maestro y compañero. Enseñar a los robots a bailar ampliará el futuro de las máquinas inteligentes, haciendo que sean más acogedores y seguros para vivir entre nosotros.
Project Starling: Enseñando a bailar a los robots
En Everyday Robots y Google, Cuan utilizó la IA para enseñar a 15 robots a moverse juntos como un rebaño. Imaginó un mundo donde los robots pudieran caminar por un pasillo lleno de gente y separarse para darles espacio, como una bandada de palomas en una calle concurrida. Necesitaban que los robots improvisaran y reaccionaran, lo que resultó en un desafío sin precedentes.
Un futuro de robots empáticos
La forma en que enseñamos a los robots a moverse determinará cómo los integramos en nuestras vidas. Por ejemplo, un robot en una residencia para personas mayores podría interpretar gestos humanos y responder con acciones adecuadas, como servir un vaso de agua con cortesía. Cuan quiere construir robots que nos hagan sentir comprendidos y con los que queramos pasar tiempo.
La visión para el futuro
Desde la creación de historias como «Rossum’s Universal Robots» hasta personajes icónicos como C-3PO de «Star Wars», los robots han sido una parte integral de nuestra imaginación colectiva. La promesa de robots que puedan realizar tareas y ser compañeros de baile está a nuestro alcance. Los robots de uso general nos ayudarán a enfrentar desafíos demográficos y laborales, y su aceptación dependerá de cómo se muevan y se integren en nuestras vidas.
Podemos coreografiar el futuro que queremos, enseñando a los robots a moverse con gracia y empatía. Esto no solo hará que los robots sean más útiles, sino también más humanos en su interacción con nosotros. La coreo-robótica, como la visualiza Catie Cuan, es el puente que nos permitirá vivir en armonía con nuestras futuras máquinas inteligentes.