El SETI Institute, una conocida organización dedicada a la búsqueda de inteligencia extraterrestre, ha dado un paso curioso en su investigación al intentar comunicarse con una ballena jorobada en las frías aguas de Alaska. Este experimento establece un precedente para futuras comunicaciones con posibles formas de vida alienígena, aunque de momento no hay que dar muchos saltos de alegría.
El equipo, liderado por la investigadora y comportamentalista animal Josie Hubbard de la Universidad de California Davis, ha utilizado grabaciones de sonidos de ballenas para llamar la atención de estos mamíferos submarinos. A diferencia de lo habitual, este experimento no buscaba solo observar, sino interactuar. Las vocalizaciones emitidas por las ballenas, que incluyen sonidos complejos como «whoops» y «thrups», han sido durante mucho tiempo un misterio para los científicos, sugiriendo un sistema comunicativo complejo y poco comprendido.
Un diálogo bajo el agua
La interacción más notable se produjo con una ballena llamada Twain, que respondió activamente a las grabaciones, circulando alrededor del bote y replicando los sonidos. Este intercambio, aunque básico, fue significativo. Se tradujo en una serie de «llamadas de contacto», posiblemente usadas por las ballenas para identificar la ubicación de los demás. Este tipo de comunicación bidireccional es exactamente lo que los investigadores esperan comprender mejor, ya que podría ser crucial en el contexto de contactar con civilizaciones extraterrestres.
Implicaciones más allá de nuestro planeta
La investigadora Brenda McCowan, de UC Davis, documentó este evento en un artículo para el periódico científico Peer J. El propósito de estos esfuerzos va más allá del simple diálogo con las ballenas; pretende ser una base para cuando llegue el momento de establecer un primer contacto con seres de otros mundos. Laurance Doyle, coautor del estudio y también investigador del SETI Institute, enfatiza que entender las dinámicas de comunicación de especies inteligentes en la Tierra es fundamental para desarrollar estrategias de contacto con inteligencias fuera de nuestro planeta.
Paralelismos en iniciativas globales
No es la primera vez que se intenta entender y replicar los lenguajes de especies no humanas. Proyectos similares han sido llevados a cabo por organizaciones como la Cetacean Translation Initiative (CETI), que también aplica tecnologías avanzadas para descifrar los patrones comunicativos de delfines y ballenas, y por investigadores independientes que han explorado la comunicación con grandes simios mediante el uso de lenguajes de signos adaptados.
El esfuerzo del SETI por comunicarse con las ballenas puede ayudar hacia la comprensión de lo que significaría comunicarnos con las estrellas, aunque está claro que primero deberíamos ser capaces de comunicarnos entre nosotros mismos.