Ya os había hablado del robot Figure AI hace tiempo, un robot avanzado, sí, capaz de moverse como pocos lo hacen, con mucho dinero por detrás y con la capacidad de hacer tareas «manuales» a un ritmo decente.
Es uno de los mejores robots del mercado, de eso no hay duda. Solo hay que programar lo que debe hacer para que sus extremidades respondan de forma adecuada. De hecho, en octubre de 2023 ya me puso los pelos de punta, y meses antes hablé sobre dónde estaba OpenAI en este sector.
El caso es que ahora todo el mundo se está volviendo loco con este vídeo, pero hay que poner los pies en el suelo, no estamos en una novela de Asimov.
Por un lado es cierto que usa la tecnología de OpenAI para conseguir mantener conversaciones, pero lo que estamos viendo en el vídeo es un guión. Si en lugar de pedir que arregle la mesa le pedimos cualquier otra cosa, solamente responderá como lo haría ChatGPT, no se movería de acuerdo al texto, porque de momento eso son cosas independientes.
Un robot no entiende, no interpreta ni ejecuta una orden verbal que esté fuera del guión. Como demostración es tremenda, sí, pero es importante que entendamos lo que estamos viendo y el poder que tiene en estos momentos.
Aunque los últimos modelos de Inteligencia Artificial generativa son realmente avanzados a la hora de crear contenido, hay un gran paso entre eso y enviar órdenes a un hardware para que mueva elementos electrónicos de forma sincronizada en cualquier contexto. Se puede hacer, después de varios meses de trabajo, para que se ejecuten movimientos controlados en un entorno específico, como la mesa que estamos viendo en el vídeo, pero si le quitamos la mesa y pedimos cualquier otra acción que no sea poner cosas en cajas o mover platos, no tendremos el mismo resultado.
Una vez entendemos la parte realista del tema, hay que entender también hacia dónde nos dirigimos. Aceleraremos el proceso de entrenamiento en varios guiones, incluiremos más contextos, más movimientos, más entornos, y crearemos robots ideales para tareas específicas, pero no tendremos un «humano-robot» capaz de ejecutar cualquier acción en cualquier contexto, por lo menos no los tendremos durante las próximas décadas.
La tecnología y el marketing se unen con frecuencia para viralizar contenido como este, pero no podemos dejarnos llevar por lo que vemos en las películas. Es cierto que esas acciones consiguen inversores con un dinero necesario para seguir avanzando, pero no es correcto que lo hagan con la «ilusión» de millones de personas que esperan ver androides completamente realistas durante esta década. Eso no va a ocurrir.
Qué pretende Figure 01
En su web podemos leer que Brett Adcock, fundador de Figure y con 20 años de experiencia en la creación de empresas tecnológicas, se propone expandir las capacidades humanas a través de la inteligencia artificial avanzada. Dice:
[…] nuestra misión es impactar positivamente en la humanidad y mejorar la vida de las generaciones futuras mediante el desarrollo de humanoides de propósito general. Estos robots podrán eliminar trabajos inseguros o indeseables, permitiéndonos vivir vidas más felices y con propósito. El viaje de la compañía requerirá décadas, un equipo dedicado, miles de millones de dólares y mucha innovación en ingeniería, enfrentando altos riesgos pero con el potencial de impactar positivamente en la humanidad.
Décadas, señores y señoras, décadas. Los humanoides revolucionarán industrias variadas, desde roles laborales corporativos hasta la asistencia en el hogar y el cuidado de ancianos, enfocándose primero en industrias con graves escaseces de mano de obra. Todo a su tiempo.