COVID ha hecho perder hasta seis puntos de coeficiente intelectual a algunas personas

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En los últimos años, hemos sido testigos de cómo el COVID-19 ha afectado no solo a nuestra salud física sino también a nuestras capacidades mentales. Un reciente estudio, uno de los más amplios en su tipo, ha arrojado luz sobre cómo incluso casos leves de COVID-19 pueden llevar a déficits cognitivos significativos, comparables a la pérdida de hasta seis puntos de coeficiente intelectual (IQ) que pueden persistir por más de un año. Soy consciente de que este tema puede sonar alarmante, pero es crucial entender las implicaciones de estos hallazgos para abordarlos adecuadamente.

El estudio se realizó en el marco del proyecto REACT (Real-Time Assessment of Community Transmission) en Inglaterra, que ha seguido a casi tres millones de personas desde abril de 2020. El objetivo era comprender quiénes sufren de síntomas a largo plazo de COVID y cómo estos afectan la cognición. Aproximadamente 112,000 participantes completaron evaluaciones en línea diseñadas para medir dominios cognitivos que podrían verse afectados por el virus. Al comparar estos resultados con la historia de infección por COVID de los participantes, los investigadores pudieron identificar diferencias significativas en la función cognitiva.

Los resultados indicaron que entre el tres y el cuatro por ciento de los participantes sufrían de COVID largo, experimentando síntomas que duraban más de 12 semanas, y muchos de ellos seguían afectados hasta un año después. Este grupo mostró los déficits cognitivos más significativos, sobre todo en áreas relacionadas con la memoria, la planificación espacial y el razonamiento verbal.

Lo que hace especial a este estudio es su uso de una plataforma en línea para realizar las evaluaciones cognitivas. Esto permitió a los investigadores medir varios aspectos de la cognición y la memoria a gran escala, detectando déficits pequeños pero medibles en el rendimiento de tareas cognitivas. Fue interesante ver cómo los efectos variaban según la duración de la enfermedad, la variante del virus y si el paciente había sido hospitalizado.

Implicaciones a nivel poblacional

Aunque una pérdida de tres puntos de IQ debido a una infección leve por COVID-19 podría no ser perceptible en la vida cotidiana de una persona, es importante considerar las implicaciones de estos déficits a nivel poblacional. Dado el alcance de la pandemia y la cantidad de personas afectadas, estos déficits cognitivos pueden tener un impacto relevante en la capacidad de trabajo y funcionamiento de la sociedad en su conjunto.

Es comprensible que estos hallazgos puedan generar preocupación, especialmente respecto a si estos déficits cognitivos podrían aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades como el Alzheimer o otras formas de demencia más adelante en la vida. Sin embargo, también hay motivos para el optimismo. Aquellos con síntomas de COVID largo que se resolvieron con el tiempo mostraron solo déficits cognitivos menores, lo que indica la posibilidad de recuperación. Además, el impacto cognitivo del COVID-19 parece haber disminuido con el tiempo, especialmente durante la época en que la variante Omicron era la dominante.

Tenéis el estudio publicado en The New England Journal of Medicine, y podéis leer más información en imperial.ac.uk.

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