La creciente integración de la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas trae consigo no solo avances tecnológicos sino también una huella ambiental que merece atención. Uno de los aspectos menos discutidos de esta huella es el consumo de agua asociado al uso de tecnologías de IA, como ChatGPT. En este artículo os cuento cómo y cuánta agua se consume indirectamente al utilizar ChatGPT, arrojando luz sobre un tema crucial para la sostenibilidad tecnológica, analizado por varias fuentes independientes.
¿Cómo consume agua ChatGPT?
El vínculo entre el uso de ChatGPT y el consumo de agua no es inmediatamente obvio para la mayoría de los usuarios. Sin embargo, se establece a través de la infraestructura de centros de datos que alojan y operan estos modelos de IA. Estos centros de datos necesitan energía no solo para alimentar los servidores que ejecutan ChatGPT sino también para enfriar estos servidores y evitar que se sobrecalienten. Aunque el enfriamiento puede lograrse mediante varios métodos, el uso de agua es uno de los más comunes, especialmente en centros de datos a gran escala.
Consumo directo e indirecto
- Consumo directo: El agua se utiliza directamente en los sistemas de enfriamiento para disipar el calor generado por los servidores.
- Consumo indirecto: La generación de energía necesaria para operar los centros de datos y sus sistemas de enfriamiento también consume agua, especialmente en centrales térmicas que dependen de grandes cantidades de agua para enfriar los sistemas.
Cuánta agua se consume
Un informe de savethewater.org indica que mantener una conversación de entre 20 y 50 preguntas y respuestas con ChatGPT puede consumir alrededor de 500 ml de agua, cifra que puede triplicarse fuera de Estados Unidos debido a diferencias en la eficiencia de los centros de datos y las fuentes de energía. Esta cantidad puede parecer pequeña a nivel individual, pero cuando se considera el número masivo de usuarios activos de ChatGPT, la cifra total de consumo de agua se vuelve significativa.
Un estudio de Stanford University reveló que el impacto ambiental de entrenar modelos de IA ha crecido de manera sin precedentes, con el consumo de agua en los centros de datos de Google aumentando más del 60% de 2019 a 2023. Microsoft ha reportado un aumento en su consumo global de agua de más de un tercio entre 2021 y 2022, destacando el creciente impacto hídrico de la tecnología IA.
Otro estudio de la Universidad de California en Riverside, señalado en un artículo de UCR News, indica que los centros de datos de Google en EE.UU. consumieron aproximadamente 12.7 mil millones de litros de agua fresca en 2021 para mantener frescos sus servidores, lo que resalta la magnitud del consumo de agua en operaciones de AI como ChatGPT.
Hay más estudios sobre el tema, como el de deepgram.com, con resultados semejantes.
Soluciones y responsabilidad
Frente a esta realidad, es crucial buscar soluciones para reducir el consumo de agua en la industria tecnológica. Algunas de estas incluyen:
- Reciclaje de Agua: Implementar sistemas de reciclaje y reutilización de agua en los centros de datos.
- Enfriamiento Alternativo: Explorar métodos de enfriamiento que no dependan del agua, como el enfriamiento por aire ambiental.
- Energías Renovables: Usar fuentes de energía renovable que requieran menos agua para generar electricidad.
Además, la transparencia por parte de las grandes tecnológicas respecto a su consumo de agua y su eficiencia hídrica podría permitir a los usuarios tomar decisiones más informadas sobre el uso de estas tecnologías.
Los esfuerzos de las empresas tecnológicas para mitigar su impacto ambiental incluyen el compromiso de Microsoft y Google hacia la sostenibilidad, con Microsoft buscando ser una compañía carbono-negativa, agua-positiva y cero-residuos para 2030, y Google apuntando a lograr emisiones netas cero en sus operaciones y cadena de valor para el mismo año
Conclusión
El uso de ChatGPT y otras tecnologías de IA tiene un costo ambiental que incluye el consumo de recursos hídricos. Mientras disfrutamos de los beneficios de la IA, también debemos ser conscientes de su impacto en el planeta y apoyar o exigir prácticas más sostenibles. La tecnología debe avanzar, pero no a costa de agotar nuestros recursos naturales más valiosos.
La transparencia es fundamental en las empresas que gestionan esa información, porque solo así podremos actuar para regular y obtener soluciones que sean un Win Win para todos.