Waymo despliega sus vehículos autónomos en autopistas

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Todos hemos observado con interés cómo Waymo, una compañía perteneciente al grupo Alphabet (donde también está Google), ha dado un paso significativo en el desarrollo de vehículos autónomos. Recientemente, Waymo ha anunciado que sus vehículos autónomos comenzarán a operar en las autopistas de Phoenix. Este movimiento representa un cambio notable en la estrategia de la compañía, que hasta ahora había limitado sus operaciones a carreteras locales de baja velocidad.

La estrategia de Waymo para esta nueva fase implica una implementación gradual. Inicialmente, los vehículos autónomos estarán disponibles solo para los empleados de Waymo y sus amigos. Esta aproximación prudente permite a la empresa asegurarse de que todo funciona correctamente antes de expandir el servicio al público general. Posteriormente, se planea incluir a los usuarios de la aplicación de transporte Waymo One, abriendo así la posibilidad de viajar por autopista a un público más amplio.

Un aspecto interesante de esta expansión es cómo aborda una crítica común hacia la tecnología de conducción autónoma: evitar autopistas. Muchos han señalado que esta limitación sugiere que los vehículos autónomos no estaban listos para enfrentar los desafíos reales del tráfico. En contraste, otros fabricantes han centrado sus tecnologías de asistencia al conductor, como el control de crucero adaptativo y el centrado de carril, exclusivamente en autopistas.

Waymo no es ajeno a las autopistas. La compañía ya ha realizado pruebas con camiones autónomos en Texas, aunque recientemente ha redirigido su enfoque hacia los viajes de pasajeros. Con este nuevo avance, Waymo busca recopilar datos y comentarios valiosos de sus empleados para mejorar continuamente las rutas ofrecidas, especialmente en viajes al aeropuerto, que son una fuente importante de ingresos para los servicios de transporte.

Este desarrollo de Waymo marca un punto de inflexión importante en la industria de vehículos autónomos. La capacidad de operar de manera segura y eficiente en autopistas podría allanar el camino para una adopción más amplia de esta tecnología en el futuro. El tema es ¿estamos los conductores humanos preparados para esto? No tengo ninguna duda de que si todos fueran autónomos, los accidentes disminuirían, pero al haber humanos, las situaciones imprevistas, gestionadas por la adrenalina, seguirán ocurriendo, con o sin coches autónomos en las carreteras.