Hay una aplicación móvil llamada Zipik que puede capturar la atención de millones alrededor del mundo.
Se trata de Zipik, desarrollada en Barcelona por un pequeño pero talentoso equipo, y ha logrado lo que muchas aplicaciones sueñan: viralizarse de forma casi instantánea tras su lanzamiento. Esta app, disponible inicialmente para dispositivos Apple y Android, combina la simplicidad y la innovación, ofreciendo tanto una versión gratuita como una premium.
Lo que distingue a Zipik es su capacidad para transformar a los usuarios en personajes de sus películas favoritas como Harry Potter, Spiderman, Frozen, entre otras, utilizando tecnología de inteligencia artificial. Esta característica no solo ha generado curiosidad, sino también una ola de entusiasmo en redes sociales, donde los usuarios comparten masivamente sus transformaciones.
Zipik se destaca por su uso de IA para crear imágenes realistas a partir de una sola fotografía del usuario, superando a otras plataformas que requieren múltiples imágenes y cuyos resultados no siempre son precisos. Esta eficiencia en la transformación es, sin duda, un aspecto clave de su éxito.
La aplicación ahora planea lanzar una decena de filtros, expandiéndolos semanalmente. Algunos de estos filtros serán exclusivos de la versión premium, que ofrece creaciones ilimitadas en alta definición y sin marcas de agua.
Cómo usar Zipik
Una vez realizada la instalación, tendremos tres créditos gratis para probar con nuestra selfie. El proceso es sencillo:
Pulsamos para comenzar la creación.
Elegimos un filtro de los muchos existentes.
Hacemos selfie y seleccionamos resultado.
Elegimos algunas de las opciones creadas. Si queremos generar de nuevo, gastaremos crédito.
Ya hay varias apps de este tipo, pero Zipik apuesta por la sencillez, algo que muchos esperan. Nada de publicidad, pero si quieres eliminar marcas de agua, usar todos los filtros premium, no tener límite de fotos y generar resultados en HD, habrá que pawasr por caja. También hay opciones de pago anual y pase de un día.
Los precios, eso sí, son caros, llegando a unos 20 euros por mes, aproximadamente (menos con el pago anual, que baja bastante).