Se ha anunciado la Campaña Anual de Globos de Larga Duración en la Antártida de la NASA, un acontecimiento que no solo pone de manifiesto el ingenio humano sino también nuestra constante búsqueda de conocimiento más allá de las fronteras terrestres.
Ya tenemos toda la información disponible, tanto en www.nasa.gov/missions como en www.nasa.gov/scientificballoons, una campaña que comienza este próximo diciembre y que se caracteriza por el lanzamiento de tres globos científicos desde las inmediaciones de la Estación McMurdo.
Lo que hace especial a estos globos es su estructura: son globos de cero presión, gigantescos, comparables en tamaño a un estadio. Su misión es apoyar cinco investigaciones diferentes, y hay una expectativa particularmente alta en torno a una de ellas, que podría romper el récord actual de 55 días, 1 hora y 34 minutos en vuelo.
El proyecto estrella de este año es GUSTO, cuyo objetivo es nada menos que mapear extensas zonas de nuestra galaxia, la Vía Láctea, así como la cercana Gran Nube de Magallanes. GUSTO, gestionado por la Universidad de Arizona y apoyado por la Universidad Johns Hopkins, no solo busca cartografiar, sino también entender mejor el medio interestelar, ese espacio misterioso entre las estrellas, a través de la detección de líneas de emisión de carbono, oxígeno y nitrógeno.
No menos interesante es la misión AESOP-Lite, que se centra en medir electrones cósmicos y positrones, comparando sus hallazgos con datos recogidos por las sondas Voyager I y II. Por otro lado, LAURA representa un avance significativo en la ingeniería de globos, al emplear paneles solares para extender la capacidad de los vuelos de duración limitada.
Estos globos tienen una particularidad: sus ductos abiertos permiten la fuga de gas, evitando un aumento de presión interno. Este diseño es crucial para permitir vuelos de larga duración, especialmente en regiones polares donde la luz solar constante del verano austral es un recurso invaluable.
Imagen ilustrativa
La NASA utiliza principalmente dos tipos de globos en su Programa de Vuelo de Globos: los globos de cero presión y los globos de superpresión. Cada tipo tiene características distintas que los hacen adecuados para diferentes tipos de misiones científicas.
Globos de Cero Presión
Los globos de cero presión son abiertos en la parte inferior y tienen conductos abiertos en los lados para permitir la fuga de gas. Esto evita que la presión interna del globo aumente durante la expansión del gas a medida que el globo asciende sobre la superficie de la Tierra. La duración de estos globos es limitada debido a la pérdida de gas, que ocurre principalmente por el ciclo de día y noche del globo.
Globos de Superpresión
Por otro lado, los globos de superpresión, o ULDBs (globos de ultra larga distancia), están completamente sellados y no tienen conductos abiertos. En estos globos, el gas no puede escapar y la presión se acumula a medida que el gas se expande. Debido a que la pérdida de gas es mínima, estos globos pueden volar durante periodos más largos que los globos de cero presión. Reciben el apodo de «Pumpkin» debido a su forma.
Ambos tipos de globos están hechos de una película delgada de polietileno, similar en grosor al plástico utilizado para envolver sándwiches. El tamaño más común de los globos de la NASA es de 40 millones de pies cúbicos, un volumen equivalente a más de 195 dirigibles Goodyear. Cuando están completamente inflados, un estadio de fútbol podría caber dentro del globo. Los técnicos inflan los globos con gas helio, y estos luego flotan a altitudes de alrededor de 36 km, más del doble de la altura a la que vuelan los aviones comerciales.
El Programa de Globos Científicos de la NASA, gestionado desde el Wallops Flight Facility en Virginia, es un esfuerzo monumental que incluye entre 10 y 15 vuelos anuales desde distintos puntos del globo. Las empresas Peraton y Aerostar juegan un papel crucial en este programa, ofreciendo desde planificación de misiones hasta la fabricación de los globos.
A través de estos globos, se abren ventanas a universos desconocidos, y se obtienen respuestas a preguntas que ni siquiera sabíamos que existían, por lo que es mejor estar atentos a este gran momento.
Imagen: NASA