La inteligencia artificial generativa está ganando terreno rápidamente en diversos sectores, desde el desarrollo de software hasta la creación de contenido. Sin embargo, esta adopción masiva viene acompañada de una serie de desafíos legales, especialmente en lo que respecta a la propiedad intelectual.
Google ha dado un paso significativo al ofrecer una protección de doble capa contra reclamaciones de propiedad intelectual para los usuarios de sus modelos de IA generativa. La primera capa se refiere a la indemnización sobre los datos de entrenamiento, mientras que la segunda se centra en la indemnización del contenido generado.
No es la primera empresa en ofrecer este tipo de protección. Gigantes tecnológicos como IBM, Microsoft, Amazon y Adobe ya han implementado medidas similares. Sin embargo, la amplia gama de servicios de Google que se beneficiarán de esta protección la distingue de sus competidores.
Esta medida podría ser un punto de inflexión en cómo se manejan los desafíos legales en el ámbito de la IA generativa. Al asumir la responsabilidad de los riesgos legales potenciales, Google podría estar estableciendo un precedente para futuras disputas legales en este espacio.
Google ha instado a los clientes a ejercer discreción al utilizar su IA generativa, advirtiendo que la protección no es un pase libre para infringir los derechos de propiedad intelectual de terceros.
Un informe reciente destacó que el 90% de los desarrolladores consideran seriamente la protección de la propiedad intelectual al decidir utilizar IA generativa. La medida de Google podría, por lo tanto, tener un impacto significativo en la adopción de la IA generativa por parte de los desarrolladores.