La convivencia entre humanos y animales salvajes siempre ha sido un desafío. En Japón, este problema ha tomado un giro tecnológico con la implementación de lobos robóticos para disuadir a los osos salvajes de entrar en áreas pobladas.
En los últimos años, los ataques de osos en Japón han aumentado significativamente. Según informes, en 2021 se documentaron cuatro fatalidades y al menos diez heridos. Este aumento se atribuye a factores como la escasez de bellotas y la disminución de las poblaciones rurales, que actúan como barreras naturales entre la vida silvestre y las áreas urbanas.
Ubicada en la isla septentrional de Hokkaido, la ciudad de Takikawa ha optado por una solución tecnológica para enfrentar este problema. Con una población de más de 40,000 personas, la ciudad ha instalado lobos robóticos para evitar encuentros mortales entre osos y humanos.
Los lobos robóticos, conocidos como «Monster Wolf«, fueron desarrollados por la empresa de maquinaria Ohta Seiki. Otra compañía, Wolf Kamuy, se encarga de las ventas y el mantenimiento. Estos robots tienen una altura de aproximadamente 0,8 m y una longitud de 1,2 m. Están equipados con ojos rojos brillantes, dientes expuestos y una variedad de sonidos intimidantes que pueden escucharse hasta a un kilómetro de distancia.
Desde su implementación en otoño de 2020, alrededor de 70 lobos robóticos han sido instalados en diversas partes del país. Los informes indican que la presencia de osos en las áreas donde se han colocado estos dispositivos ha disminuido, lo que sugiere que la medida está siendo efectiva.
La adopción de tecnologías como esta plantea preguntas sobre cómo la innovación tecnológica puede jugar un papel en la gestión de la fauna y la convivencia con animales salvajes. A medida que la tecnología avanza, podríamos ver más aplicaciones de este tipo en diferentes contextos y regiones. Ya hemos visto desde cabras robóticas a elefantes, medusas y canguros, por lo que el lobo era cuestión de tiempo.
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