La Comisión de Servicios Públicos de California ha otorgado permisos a Cruise y Waymo para ofrecer servicios comerciales de robotaxis en San Francisco durante las 24 horas del día, todos los días de la semana. Esta decisión ha sido el resultado de un proceso en el que se escucharon cientos de comentarios públicos, con opiniones divididas entre apoyar y rechazar la iniciativa. Aunque esta aprobación es un paso adelante para la industria de vehículos autónomos, aún queda mucho por hacer para ganarse la confianza total del público.
Este sector no para, y aquí tenéis algunos ejemplos que lo demuestran.
Micromovilidad y nuevos horizontes
Veo, conocido operador de micromovilidad, ha decidido incursionar en el espacio minorista. La decisión viene después de observar la popularidad de su scooter Cosmo. A pesar de que la expansión de un negocio puede generar dudas sobre la estabilidad financiera de una empresa, Veo asegura que sigue siendo rentable y ve esta nueva dirección como una oportunidad para acceder a nuevos mercados. El scooter Cosmo X tiene un precio inicial de 3.499 euros.
Cambios ejecutivos y fusiones
Bird, empresa de micromovilidad, ha experimentado otro cambio en su liderazgo. Michael Washinushi ha asumido el cargo de CEO interino. Por otro lado, Serve Robotics, una startup de robots de entrega autónomos que surgió de la adquisición de Postmates por parte de Uber, ha anunciado que saldrá a bolsa a través de una fusión inversa con una compañía de cheque en blanco.
Aviación eléctrica y acuerdos inesperados
En el ámbito de la aviación eléctrica, Archer Aviation y Wisk han resuelto su disputa legal sobre secretos comerciales y han decidido colaborar. Archer ha decidido que Wisk sea su proveedor exclusivo de tecnología de autonomía para una futura variante autónoma de su aeronave Midnight.
Estos avances y decisiones en el mundo de la tecnología y la movilidad reflejan un panorama en constante evolución. La aprobación de vehículos autónomos en ciudades como San Francisco marca un hito en la forma en que concebimos el transporte urbano. Las fusiones y colaboraciones entre empresas, incluso entre rivales, muestran que en la industria tecnológica, a veces, unir fuerzas puede ser más beneficioso que competir. Sin embargo, es esencial que las empresas y los reguladores trabajen juntos para garantizar que estos avances se realicen de manera segura y beneficiosa para todos.
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