China limita el tiempo de pantalla en menores

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China da un paso audaz y controvertido en la regulación de la tecnología en la vida de los menores. La Administración del Ciberespacio de China ha establecido límites en el tiempo de pantalla para los niños, afectando directamente a los gigantes tecnológicos del país. ¿Cómo reaccionarán las empresas? ¿Qué significa esto para los padres y los jóvenes usuarios?

Regulación del tiempo de pantalla

La propuesta incluye límites basados en la edad: los usuarios de 16 a 18 años tendrían permitidas dos horas al día, los de 8 a 16 años tendrían una hora, mientras que los menores de ocho años solo tendrían ocho minutos.

Además, se propone un modo menor que limitaría el acceso a internet en dispositivos móviles de 10 pm a 6 am.

La regulación también permite a los padres optar por no seguir estos límites, brindando cierta flexibilidad en la aplicación de las reglas.

Impacto en las acciones de tecnología

La noticia ha causado una caída notable en las acciones de grandes empresas tecnológicas como Bilibili, Kuaishou, y Tencent Holdings. La reacción de los inversores fue negativa, y la preocupación se cierne sobre cómo las empresas se adaptarán a estas normativas.

Desafíos y cumplimiento

La aplicación de estas nuevas reglas puede significar costos adicionales y un gran esfuerzo para las compañías de internet. Muchos expertos, y gente con sentido común, ya indican que el riesgo de incumplimiento será alto.

Esta regulación no es un movimiento aislado; sigue a una serie de acciones que reflejan la creciente preocupación del gobierno por las tasas de miopía y adicción a Internet entre los jóvenes. Plataformas como Bilibili, Kuaishou, y ByteDance ya habían implementado modos adolescentes que restringían el acceso a contenido y la duración del uso.

Esta decisión puede ser vista como un reflejo del compromiso de China con la salud y el bienestar de su población joven, pero también plantea preguntas sobre la libertad individual y la intervención gubernamental. La medida puede establecer un precedente para otros países que enfrentan desafíos similares. En un mundo cada vez más digital, encontrar un equilibrio entre proteger a los jóvenes y permitir la innovación y el crecimiento en la tecnología es una tarea compleja que requiere un análisis cuidadoso y consideración de múltiples perspectivas.