La grave crisis energética que enfrenta Sudáfrica ha generado dificultades para los conductores de Uber Eats en el país. Durante los cortes de energía, los repartidores no pueden acceder a la aplicación y se ven afectados por problemas de conectividad.
Esto ha llevado a bloqueos temporales y permanentes en la plataforma, generando frustración y dificultades para los conductores.
Uber Eats se mantiene firme en sus pautas, a pesar de los problemas que enfrentan sus repartidores en Sudáfrica
Uno de los problemas más comunes es el mal funcionamiento del GPS de la aplicación durante los cortes de energía. Los repartidores se han visto obligados a utilizar alternativas como Google Maps para continuar realizando las entregas a tiempo. Sin embargo, esto ha generado acusaciones de fraude por parte de Uber Eats, lo que ha resultado en bloqueos permanentes para algunos conductores.
Uber afirma que los conductores pueden utilizar tanto el mapa de la aplicación como Google Maps, siempre y cuando no interfieran con la funcionalidad de la plataforma. Sin embargo, los conductores sostienen que salir de la aplicación para utilizar otras herramientas de GPS activa directamente los bloqueos permanentes.
La crisis energética en Sudáfrica se debe a la escasez de energía que el país ha enfrentado durante varios años. En Johannesburgo, la ciudad más afectada, los cortes de energía pueden durar hasta seis horas al día, lo que afecta la operatividad de las torres móviles y genera interrupciones en los servicios.
Mientras que el mapa de Uber Eats se ve afectado por los cortes de energía, Google Maps continúa funcionando de manera efectiva, ya que mantiene una conexión directa con los satélites y no depende de la infraestructura local. Esta diferencia ha llevado a muchos conductores a utilizar Google Maps como alternativa, lo que ha generado conflictos con Uber Eats.
Los bloqueos permanentes en la aplicación han dejado a muchos conductores sin su principal fuente de ingresos. Un reporte reciente de Rest Of World cuenta el caso de Lovemore Moyo, quien trabajó como repartidor para Uber Eats durante cinco años, fue bloqueado permanentemente de la plataforma después de utilizar Google Maps en una entrega. Moyo comenta que actualmente se gana la vida con trabajos ocasionales como la jardinería, pero extraña la flexibilidad que Uber Eats le ofrecía.
Otros conductores en Johannesburgo también han experimentado prohibiciones temporales o permanentes debido a las entregas tardías causadas por la crisis energética. Los clientes esperan que sus pedidos lleguen a tiempo, y Uber Eats mantiene sus estándares habituales de calidad. Sin embargo, esto ha generado tensiones y dificultades para los repartidores.
A pesar de los problemas, Uber Eats sostiene que se adhiere a estrictas pautas comunitarias y revisa cada informe de manera justa y rápida. Sin embargo, muchos conductores sienten que sus quejas y solicitudes de revisión han sido ignoradas por la plataforma.