IA y humanos colaboran en el diseño del primer robot creado por ChatGPT

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Un nuevo hito en la colaboración entre inteligencia artificial y humanos ha sido alcanzado con la ayuda de ChatGPT, el modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI. En un caso de estudio, investigadores han utilizado ChatGPT para diseñar y construir un robot recolector de tomates, demostrando el potencial de la colaboración entre humanos y modelos de lenguaje.

El desarrollo y avance de la inteligencia artificial continúa sorprendiendo con sus capacidades cada vez más amplias. En esta ocasión, investigadores han utilizado el modelo de lenguaje ChatGPT, desarrollado por OpenAI, para diseñar y construir un robot recolector de tomates. Aunque ChatGPT es un modelo de lenguaje basado en texto, ha demostrado ser una herramienta valiosa en el proceso de diseño y construcción del robot. Este caso de estudio resalta la colaboración entre la inteligencia artificial y los seres humanos, y cómo juntos pueden impulsar avances significativos en la robótica.

El papel de ChatGPT en el diseño del robot recolector de tomates

El equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos y el Instituto Federal Suizo de Tecnología (EPFL) se enfrentó al desafío de diseñar un robot recolector de tomates. Para ello, recurrieron a la ayuda de ChatGPT-3, un modelo de lenguaje capaz de procesar y comprender grandes cantidades de datos de texto.

El primer paso fue preguntar a ChatGPT sobre los desafíos futuros para la humanidad. El modelo propuso tres áreas: el suministro de alimentos, el envejecimiento de la población y el cambio climático. Los investigadores eligieron el suministro de alimentos como la dirección más prometedora para el diseño del robot, ya que se encontraba fuera de su área de especialización.

Utilizando la capacidad de acceso a datos globales de ChatGPT, provenientes de publicaciones académicas, manuales técnicos, libros y medios de comunicación, los investigadores consultaron al modelo acerca de las características que debería tener un robot recolector de tomates. ChatGPT propuso un sistema de agarre motorizado para desprender los tomates maduros de la planta.

Colaboración humano-IA en el diseño y construcción del robot

Una vez decidido el diseño general, los investigadores pasaron a los detalles específicos, como la selección de materiales de construcción y la creación del código informático que lo controlaría. Sin embargo, cabe destacar que los modelos de lenguaje aún no son capaces de generar modelos completos de diseño asistido por ordenador (CAD), evaluar código o fabricar automáticamente un robot. Por lo tanto, los investigadores asumieron un papel técnico en esta etapa, colaborando con ChatGPT para optimizar el código escrito por el modelo, finalizar el CAD y fabricar el robot.

Pruebas exitosas y reflexiones sobre la colaboración humano-IA

El brazo del robot fue construido según las sugerencias técnicas proporcionadas por ChatGPT y luego fue probado en el mundo real, donde demostró su capacidad para recolectar tomates de manera exitosa. Los investigadores consideran que este caso de estudio demuestra el potencial de transformar el proceso de diseño a través de la colaboración entre humanos y modelos de lenguaje. Sin embargo, también señalan preocupaciones éticas y de sentido común que pueden surgir de esta colaboración.

Entre las preocupaciones planteadas se encuentran los problemas de sesgo, plagio y derechos de propiedad intelectual. Los investigadores cuestionan si un diseño generado por un modelo de lenguaje puede considerarse «novedoso» dado que utiliza conocimientos existentes.

Este proyecto destaca el potencial de colaboración entre la inteligencia artificial y los seres humanos en el desarrollo de tecnologías avanzadas. Aunque existen desafíos y preocupaciones éticas, cuando se gestionan adecuadamente, estas colaboraciones pueden impulsar el avance de la robótica y generar resultados beneficiosos para la sociedad.