La robótica y la inteligencia artificial no cesan de avanzar y sorprendernos. El último logro proviene de un grupo de investigadores de la Universidad de Columbia, quienes han desarrollado una mano robótica con sensibilidad similar a la humana. No solo eso, sino que también es capaz de manipular objetos con una destreza impresionante.
Tecnología detrás de la sensibilidad
Entendiendo el espacio de estados
La clave de esta proeza tecnológica radica en cómo se ha enseñado a la mano robótica a moverse en su ‘espacio de estados’. Este término, aunque pueda sonar complicado, simplemente hace referencia a todas las configuraciones posibles que puede tener un sistema. En el caso de la mano robótica, serían todas las posiciones y movimientos que puede realizar.
Para ello, han utilizado dos tipos de algoritmos de aprendizaje automático. El primero es el aprendizaje por refuerzo (RL), que se basa en un sistema de premios y castigos para enseñar al robot a comportarse correctamente. Sin embargo, este método tiene sus desafíos ya que un pequeño desvío del estado esperado puede resultar en que el robot suelte el objeto que está manipulando.
El camino hacia una mejor manipulación de objetos
El segundo tipo de algoritmo que han utilizado es el de planificación basada en muestreo (SBP). Este método permite al robot explorar aleatoriamente diferentes trayectorias en su espacio de estados, almacenando aquellas que resulten exitosas. Esto le permite a la mano robótica navegar por su espacio de estados sin tener que probar todas las posibilidades. Aunque, como todos los métodos, este también presenta ciertos desafíos, como la incapacidad de enfrentar obstáculos imprevistos.
Manos que sienten
La gran revolución de este desarrollo no solo radica en la dexteridad de la mano robótica, sino en su capacidad para sentir. Los investigadores han utilizado otro algoritmo, el árbol de búsqueda aleatorio rápido (RRT), para dotar a esta mano de la habilidad de sentir lo que toca y detectar el movimiento y la ubicación de un objeto. Esto supone un gran avance en la robótica, ya que tradicionalmente los robots carecen de esta retroalimentación.
Implicaciones y futuro
Este avance tecnológico abre numerosas posibilidades. Imagina las aplicaciones de una mano robótica capaz de «sentir» en el campo de las prótesis, en cirugías delicadas o en tareas cotidianas de personas con necesidades especiales.
Aunque estamos lejos de crear androides como los que vemos en las películas, cada paso como este nos acerca un poco más. Con este avance, no solo se ha cruzado una nueva frontera en la robótica, sino que se ha abierto un nuevo camino hacia el futuro, un futuro donde los límites entre humanos y máquinas se difuminan cada vez más.
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