Los microplásticos son fragmentos de plástico tan pequeños que apenas son visibles a simple vista. Estos contaminantes son un grave problema para los ecosistemas marinos y la salud humana. Cada año, toneladas de plásticos se desechan en los océanos, y gran parte de ellos se desintegran en microplásticos que son ingeridos por animales marinos y terminan en nuestra cadena alimentaria.
En este contexto, científicos del Instituto de Minería y Tecnología de Nuevo México han desarrollado un dispositivo innovador para eliminar microplásticos de las aguas. El método de filtración más común para la eliminación de microplásticos no siempre logra capturar todas las partículas diminutas, por lo que estos científicos han optado por utilizar ondas sonoras para su eliminación.
Cómo funciona el dispositivo
El prototipo diseñado por el equipo se compone de tubos de acero de 8 mm y un transductor, que es un dispositivo que convierte una forma de energía en otra. Al activar el transductor, se envían ondas sonoras pulsantes a través del tubo de metal. Esto hace que las partículas de plástico se muevan y vibren, permitiendo que las piezas pequeñas se acumulen en el agua que fluye al pasar por el sistema.
El dispositivo está diseñado para recoger microplásticos de diferentes tamaños y puede ser escalado para filtrar grandes volúmenes de agua. Anteriormente, los científicos llevaron a cabo experimentos similares en el laboratorio, pero con un volumen de agua más pequeño y microplásticos de solo diez micras de ancho. La mayoría de los microplásticos en el medio ambiente, según los investigadores, son ligeramente más grandes que este tamaño.
Resultados de las pruebas
El equipo realizó experimentos iniciales utilizando microplásticos de poliestireno, polietileno y polimetil metacrilato. Los dos tubos trabajaron en conjunto para separar los microplásticos de diferentes tamaños. El dispositivo logró eliminar más del 70% de los microplásticos más pequeños y el 82% de los microplásticos de tamaño mayor, según los resultados. También probaron el prototipo recolectando agua del río Grande y un estanque en el campus de la Universidad Tecnológica de Nuevo México.
El dispositivo tiene un costo aproximado de siete centavos de dólar por hora y media de operación para limpiar un litro de agua. Después de estos experimentos iniciales, el equipo planea probar el prototipo a mayor escala, centrándose en la limpieza del agua del océano.
Sin duda, grandes noticias para ir limpiando lo que hemos ensuciado, como buenos niños educados.
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