ChatGPT está haciendo estragos en Internet. Muchos medios publican textos integralmente creados por una IA, en lugar de usarlo como herramienta para obtener estructuras o información adicional.
Los profesores también están nerviosos, ya que los alumnos han empezado a entregar trabajos perfectamente desarrollados, sin faltas, con estructura aparentemente impecable… algo está pasado.
El caso es que hoy por hoy es difícil detectar cuando un texto ha sido creado por ChatGPT o similares, pero hay algunos trucos que pueden seguirse:
- Examen de la estructura del texto: las IA a menudo tienen dificultades para imitar la estructura natural del lenguaje humano y pueden producir textos con estructuras sintácticas poco comunes o poco naturales. Eso es algo que será cada vez más fácil de imitar, por lo que dentro de poco no será útil.
- Examen del contenido del texto: tienen dificultades para captar el tono y el matiz de los textos humanos y pueden producir contenidos que son poco naturales o que no tienen sentido. La jerga, las palabrotas, las frases hechas… todo eso forma parte de nuestro día a día, y se nota en los textos generados.
- Examen de las palabras utilizadas: las IA a menudo tienen dificultades para utilizar palabras con precisión y pueden utilizar palabras inapropiadas o poco comunes en contextos inadecuados. Muchas palabras tienen doble sentido, depende del contexto, y ChatGPT aún no lo sabe muy bien. Por otro lado, ChatGPT traduce del inglés al español, y el español tiene muchos casos donde una palabra puede significar otra cosa (incluso lo opuesto).
- Examen del uso de la puntuación: las IA a menudo tienen dificultades para utilizar la puntuación de manera precisa y pueden producir textos con errores de puntuación frecuentes. A veces faltan comas, no usan nunca el punto y coma, y los puntos seguidos y los puntos y aparte se usan de forma poco natural.
Cada vez será más difícil distinguir este tipo de contenido, pero siempre será posible con un poco de esfuerzo por parte del profesor.