Europa se pondrá más exigente con las baterías buscando una mayor sostenibilidad

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Baterías

La Unión Europea se vuelve más exigente con las baterías llevando a cabo de manera reciente un acuerdo provisional entre el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo para la implantación de unas normas más estrictas en la búsqueda de baterías más sostenibles, eficaces y duraderas en todo el territorio europeo.

Estas nuevas normas contemplan todo el ciclo de las mismas, desde las extracción de los materiales para la producción hasta la eliminación de las mismas, abarcando no sólo las baterías para dispositivos electrónicos, sino también destinadas a coches, patinetes, entre otros.

Acorde a las nuevas normas, todas las empresas que vendan baterías en la UE deberán implementar una «política de diligencia debida» donde se contemple los «riesgos sociales y medioambientales» derivados del abastecimiento, la transformación y el comercio de materias primas y materias primas secundarias.

También se pone el foco en un mínimo porcentaje de recogida de materiales para su reciclaje, que en el caso de los dispositivos electrónicos, es del 45% para 2023, el 63% para 2027 y el 73% para 2030, y también se exige un mínimo porcentaje de materiales reciclados utilizados: cobalto (16%), plomo (85%), litio (6%) y níquel (6%).

La industria se verá obligada a cambiar procesos y desarrollo de productos

Sin duda, estos requisitos hará que los fabricantes tengan que revisar sus procesos de producción para adaptarse a los mismos para seguir continuando la venta de baterías dentro de la Unión Europea.

Se exigirá que las baterías incluyan etiquetas y códigos QR que informe a los consumidores finales acerca de la capacidad, rendimiento, durabilidad, composición química, e incluso que cuente también con el símbolo de «recogida selectiva».

En el caso de los dispositivos electrónicos, se exigirá que los usuarios tengan la posibilidad de que puedan retirar y sustituir las baterías por sí mismos, algo que hasta ahora no sabemos como puede afectar a productos como puedan ser los dispositivos móviles y ordenadores portátiles, que utilizan baterías no extraíbles con el argumento de posibilitar el desarrollo de productos más delgados.

Esto obliga a acudir a los servicios técnicos en caso de problemas, aunque marcará un antes y un después en los futuros diseños de los dispositivos.

Esta nueva normativa esta a la espera de su aprobación definitiva para que pueda entrar en vigor.

Más información: Parlamento Europeo

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