El primer año es crucial para cualquier negocio, pero si tienes una startup de tecnología, hay ciertas cosas que hay que evitar en todo momento.
La cantidad de proyectos que nacen, se presentan por todo el mundo, y fracasan en pocos meses, es enorme, y ya hay documentados muchos motivos por los cuales eso ocurre. Veamos algunos:
– Falta de una estrategia de negocio sólida y bien pensada. Primero, debe identificar claramente el problema o necesidad que la startup pretende resolver, así como su mercado objetivo y sus competidores. A continuación, debe establecer objetivos concretos y medibles, y definir un plan detallado para alcanzarlos. Además, la estrategia debe incluir una hoja de ruta detallada para el desarrollo y lanzamiento del producto o servicio, así como un plan de marketing y ventas para atraer y retener a los clientes. También es importante considerar aspectos como la gestión del tiempo, los recursos financieros y el equipo de trabajo, así como un plan de contingencia en caso de obstáculos o problemas imprevistos. En resumen, una estrategia de negocio sólida para una startup de tecnología debe ser un documento detallado y bien pensado que guíe la toma de decisiones y el crecimiento de la empresa.
– Falta de recursos financieros suficientes para cubrir los costos de inicio y operación. Una opción es buscar financiación a través de inversores, ya sea a través de una ronda de financiación. Otra opción es solicitar préstamos o créditos a entidades financieras, aunque esto puede requerir garantías o avales. También se pueden buscar subvenciones o ayudas gubernamentales o de organismos especializados en apoyar a las startups. Otra opción es utilizar los ahorros personales o buscar apoyo de amigos y familiares. En cualquier caso, es importante tener un plan detallado de cómo se van a invertir los recursos financieros y cómo se generará valor a largo plazo para la empresa y sus inversores.
– Falta de un equipo experto y comprometido. Lo primero que se debe hacer es definir claramente las necesidades de la empresa en términos de habilidades y conocimientos. A continuación, se pueden utilizar diversas herramientas y canales para buscar candidatos adecuados. Por ejemplo, se pueden publicar ofertas de trabajo en portales especializados en startups, utilizar redes sociales y plataformas profesionales para difundir la oferta, o contactar directamente a profesionales con experiencia en el sector. También es importante elaborar un proceso de selección riguroso que permita evaluar las habilidades y el compromiso de los candidatos, y ofrecer un paquete de compensación atractivo que incluya salario, beneficios y oportunidades de desarrollo. Nadie trabaja por amor al arte, tenlo mucho en cuenta (es tu proyecto, no el de ellos).
– Falta de una buena gestión del tiempo y las tareas. Aquí llegamos a un punto crucial. Nuestro tiempo, y el de nuestro equipo, es oro. Hay que hacer las reuniones justas, hay que medir el tiempo invertido en las tareas y encontrar posibles errores de gestión. Ser productivo empieza con un nivel de autoconocimiento importante.
– Falta de una comunicación efectiva con los clientes y el mercado en general. Pensar que estamos trabajando en una buena idea, sin verificar mil veces que los clientes también lo creen así, es un error. Tenemos que escuchar al mercado, hablar con él, usar herramientas de medición, leer en redes, hacer encuestas… es un trabajo que requiere paciencia, igual de necesario que ponerse a programar una app (en caso de que ese sea el modelo de negocio).
– Falta de una visión a largo plazo y de un plan de crecimiento adecuado. Apostar por el boom del primer año por una idea viral, es genial, pero hay que ir pensando en el segundo año, cuando la viralidad se desinfle. Wordle fue la palabra más buscada en 2022 en Google, pero seguramente no estará ni en el top 100 en 2023.
– Falta de innovación y de un producto o servicio que satisfaga las necesidades del mercado. Para tener éxito hay que ser original. No se puede competir con miles de productos en el mercado si solamente ofrecemos un bonito diseño y una mejor usabilidad, hay que llegar más allá. Para que alguien borre una app para instalar otra semejante, debe tener un motivo muy importante por detrás.
– Falta de adaptación a los cambios del mercado y a la competencia. El mercado cambia, porque los asuntos de moda son como el viento. La concentración social es muy baja, y lo que hoy parece ser una buena idea, dentro de unos meses puede no serlo tanto. Vigila los movimientos de la competencia, y analiza las tendencias de los consumidores.
– Falta de una buena estrategia de marketing y de una presencia en línea fuerte. Si no hay un vídeo en tiktok, un reel en instagram o una comunicación efectiva en Twitter, no existes. Vale, igual no es así al 100%, pero la presencia en redes lo es todo, y hay que definirla desde el principio.
– Falta de una buena gestión del riesgo y de un plan de contingencia en caso de obstáculos o problemas imprevistos. No solamente hay que tener un plan B, hay que tener un C y un D. Los riesgos salen como setas, y en muchas ocasiones el plan que teníamos para el año, debe cambia en febrero. No sobreviven los más fuertes, sobreviven los más flexibles.