Cuando mis niñas eran pequeñas solíamos jugar al juego de crear historias. Ellas decían tres animales, y yo tenía dos minutos para crear una historia con ellos.
De allí nació el bebé león que quería tener barba, la jirafa que perdió su manchas al correr, el hipopótamo pintor de manchas de animales en la selva… decenas de personajes que aún hoy, más de diez años después, recordamos con cariño.
Algunos dicen que debería escribir esas historias, pero el caso es que nunca me ha apetecido realmente. Las creo con mucha facilidad, no necesitan ser complejas, y las olvido casi a la misma velocidad que las creo.
El caso es que ahora tengo competencia: una Inteligencia Artificial que crea historias infantiles en segundos, y además las ilustra con herramientas como esas que pasan de texto a imágenes.
Está disponible en storiesforkids.ai, y se pueden comenzar a crear de forma gratuita, aunque de forma limitada.
Su modelo de negocio es sencillo: pagas una mensualidad para tener acceso a varias historias, todas ellas con los dibujos correspondientes, tal y como se puede ver en los ejemplos que hay en su página principal.
El plan de 9 euros al mes da derecho a 10 historias con sus ilustraciones, siendo posible rehacer cualquier historia, crear series, guardar, compartir y consultarlas desde móviles y tabletas.
Es cierto que de esa manera tenemos acceso a una buena cantidad de «libros infantiles», pero también se pierde un poco la magia de lo que queremos contar.
Si nuestro hijo tiene miedo de las lagartijas, nada como una serie de historias divertidas sobre el animalito, y si hay problemas de bullying en el cole, pues a tratarlo en la historia nocturna.
Sigo pensando que las historias creadas por padres son insustituibles, pero la IA está creciendo mucho en muchos sectores, es muy posible que dentro de poco nos supere con creces a la hora de crear historias sencillas.