Durante los últimos días, el colapso y posterior bancarrota de la casa de criptomonedas FTX, ha remecido al mundo cripto, al perder casi todo su capital en cosa de apenas un día. Sobre este acontecimiento, Elon Musk festinó en su cuenta de Twitter.
Recientemente, un informe con datos que se habían mantenido bajo reserva, señaló que Sam Bankman-Fried, conocido también como SBF, quien fundó y fue hasta hace poco el CEO de la plataforma de criptodivisas, participó como un importante inversor en la reciente adquisición de Twitter por parte de Musk.
SBF, el inversor secreto tras la compra de Twitter
El exdirector ejecutivo de FTX, Sam Bankman-Fried, se encuentra actualmente en el ojo del huracán, por el polémico colapso sufrido recientemente por su plataforma, arriesgando actualmente demandas y una investigación judicial.
Aunque SBF, que tras el escándalo se mudó a las Bahamas, explicó su perspectiva del caso, no dejó en claro exactamente de qué manera pretende ayudar a los perjudicados clientes de su colapsada plataforma cripto, dado que dejó de ser su director ejecutivo.
Desde su vereda en Twitter, Elon Musk, actual CEO y propietario de la red social, apuntó todos sus dardos contra SBF, mediante publicaciones que van desde los memes, hasta duras críticas al “trato blando” de la prensa frente a este polémico caso.
«Todos hablaban de él como si estuviera caminando sobre el agua y tuviera un millón de dólares», dijo Musk en una conversación de Twitter Spaces el 12 de noviembre, solo un día después de que se anunciara la quiebra de FTX. «Y esa no fue mi impresión… ese tipo simplemente… hay algo mal, y no tiene capital, y no lo logrará. Esa fue mi predicción», fueron parte de sus palabras.
Antes de que Elon Musk adquiriera la totalidad de Twitter, Bankman-Fried manifestó también sus ganas de adquirir la red social, pero se quedó en el camino con su propósito individual, para pasar a manifestar sus intenciones de colaborar en la transacción posteriormente concretada por Musk, según antecedentes ya revelados mientras se encontraba en juicio, cuando el también CEO de Tesla pretendía dar pie atrás con su oferta de 44 mil millones de dólares.
En medio de este escenario, hay un aspecto que Musk no ha tratado públicamente: SBF finalmente materializó su participación en esta transacción, aportando una millonaria cifra para la compra de Twitter. En otras palabras, la persona que ha sido objeto de los ataques públicos de Musk, es en realidad su socio.
Esta información, que se mantuvo inicialmente bajo reserva, fue revelada en un reporte de Semafor. Según ese informe, la relación entre ambos empresarios data al menos desde marzo, cuando el asesor de SBF, William MacAskill, se comunicó vía mensaje de texto con Musk para insistir en que era posible un «esfuerzo conjunto» entre los multimillonarios.
Si bien, el antecedente de las intenciones de colaborar manifestadas por SBF fueron reconocidas mientras Elon Musk se encontraba en juicio, el magnate no reveló que su contribución finalmente se hizo efectiva. Según Semafor, Musk volvió a contactar a SBF el 5 de mayo, dos semanas antes de que se firmara el acuerdo de compra, solicitándole un monto de 100 millones de dólares, cifra inferior a los más de 10 mil millones inicialmente ofertados, pero que de todas maneras representan un porcentaje no menor del control de la empresa.
A pesar de que la contribución de SBF no fue el mayor aporte recibido, si se compara, por ejemplo, con los 500 millones de dólares recibidos de Binance, esta no deja de ser una participación significativa y la silente actitud de Musk al respecto, de seguro le valdrá la exigencia de más de una explicación frente a esto.