Aunque las comunicaciones ópticas han estado en uso desde la década de 1980, la industria ha seguido confiando en la tecnología de transmisión de radio en entornos como las comunicaciones por satélite, para evitar los efectos de la turbulencia atmosférica, fenómeno que hace que los rayos láser se alejen de su objetivo previsto.
Si bien ha habido avances en el uso de la comunicación inalámbrica óptica en los últimos años, un descubrimiento reciente aborda el problema de la turbulencia mediante el uso de un espejo de dirección muy rápido que puede corregir la turbulencia a una velocidad de cientos de veces por segundo.
Un nuevo recurso para las telecomunicaciones
Lo recién señalado significa que la transmisión inalámbrica óptica superior se puede utilizar en más entornos, lo que reduce la necesidad de depender de transmisiones de radio más lentas.
El investigador principal de este proyecto, el Dr. Shane Walsh, explica cómo su equipo encontró una manera de utilizar las comunicaciones ópticas para fijar un objetivo que se mueve rápidamente en un entorno turbulento, con una señal ininterrumpida de alta velocidad. «Esta es la culminación de más de dos años de investigación y pruebas y lleva las comunicaciones terrestres al espacio de lo que era efectivamente una velocidad de ‘marcación’ en turbulencia a una velocidad de ‘banda ancha’ súper rápida (…) Estoy orgulloso de que nuestro equipo de investigadores de WA haya podido contribuir con una pieza de este rompecabezas crítico de comunicaciones, combinando la investigación existente con la experiencia especializada de nuestro equipo», comentó.
El descubrimiento del equipo se puso a prueba utilizando un dron, que simula un objetivo que se mueve rápidamente. Como próximo paso, los investigadores planean probar la tecnología con un avión de mayor altitud y, en última instancia, con una nave espacial, en órbita terrestre baja.
Ahora, los investigadores están desarrollando una estación terrestre de comunicaciones ópticas especialmente diseñada que, cuando esté completa, les permitirá desarrollar y comercializar aún más la tecnología. Se espera que sea utilizada tanto por la industria como por los gobiernos, en aplicaciones tan diversas como comunicaciones con naves espaciales, meteorología, defensa y gestión de desastres.