Los disquetes son un buen elemento para evaluar la brecha generacional que algunas personas tienen con respecto a la tecnología informática de antaño. Hoy en día, esta es considerada una tecnología de almacenamiento de datos obsoleta, pero que aún conserva un nicho de usuarios activos.
Una empresa con sede en California, Estados Unidos, se dedica a la restauración de estas unidades magnéticas. Afirman contar con una cartera de clientes estable y un volumen de ventas que ronda cerca de las 500 unidades por día.
Una compañía restaura disquetes para los clientes que aún los necesitan
En los inicios de la computación doméstica, los disquetes fueron el principal medio de almacenamiento extraíble para usar con los ordenadores de entonces.
Con la llegada de nuevas tecnologías, como el disco compacto. las unidades USB e incluso la misma Internet, los disquetes progresivamente comenzaron a quedar obsoletos, hasta su definitiva “desaparición” en 2011, cuando Sony, el último fabricante activo de estos dispositivos, cesó la producción de estos discos.
Los característicos 1,44 MB de capacidad de los disquetes representaban un gran espacio para sus años de gloria, pero hoy en día resulta inútil para el uso cotidiano, pues ahí apenas cabe una fotografía o un par de documentos.
Aunque para muchos esta es una tecnología muerta, aún hay demanda de disquetes. Las industrias de bordado, tintes, herramientas y aerolíneas, por el hardware que utilizan, aún dependen de estos soportes.
Por ejemplo, en la industria aeronáutica, algunos aviones construidos hace décadas que todavía se usan activamente, permiten transferir los datos de sus sistemas de aviónica sólo mediante el uso de disquetes. Por esta vía se gestionan los datos de vuelo necesarios y la carga de actualizaciones de software.
Dada la escasez de estos artículos y la reducida, pero aún existente demanda de los mismos, la gente que los necesita hace todo lo posible para conseguirlos. Atendiendo este nicho, FloppyDisk.com, una empresa con sede en California dirigida por Tom Persky, autoproclamado como “el último hombre en pie en el negocio de los disquetes», se dedica a restaurar y revender disquetes. Según Persky, su empresa vende unos 500 discos al día y cuenta con una base de clientes confiable.
Para abastecerse de los insumos necesarios, Persky se encarga de obtener disquetes de todo el mundo. Luego, usa maquinaria magnética especializada para borrar todos los datos restantes de sus cintas. Posteriormente, usando otra máquina. les pone etiquetas nuevas para, finalmente, distribuir comercialmente estos disquetes. Fuera del más célebre tamaño de 3.5 pulgadas, su empresa también comercializa disquetes de 8 pulgadas, que son aún más antiguos.
“Los disquetes son muy confiables, muy estables, una forma muy conocida de introducir y sacar información de una máquina. Además, tienen la característica adicional de que no son muy pirateables”, dijo el propietario de 73 años de este negocio de disquetes a Reuters. Él, no obstante, reconoce que no espera que esta tecnología sobreviva otros 20 años.