Dice el dicho que los ojos son la ventana del alma, aunque también pueden ser usados para predecir con precisión el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y muerte de una persona en menos de un minuto; todo esto con ayuda de la inteligencia artificial.
A través de un nuevo estudio revelado recientemente, se dio a conocer una herramienta basada en inteligencia artificial que captura imágenes de la red de venas y arterias de la retina con el propósito de obtener datos que permitan determinar el riesgo que tendría una persona de sufrir una afección cardiovascular.
Añadido a esto, el estudio involucra la aplicación de un procedimiento de cribado no invasivo a todas aquellas personas que tengan un riesgo medio o alto de desarrollar una enfermedad circulatoria, el cual no requiere ser hecho en una clínica. Al respecto, Alicja Rudnicka, la autora principal del estudio indicó lo siguiente:
Esta herramienta de IA podría permitir que alguien supiera en 60 segundos o menos su nivel de riesgo […] Si alguien se enterara de que su riesgo es más alto de lo esperado, se le podrían recetar estatinas u ofrecerle otra intervención.
Cuando se habla de las principales causas de enfermedad y mortalidad en el mundo, las enfermedades circulatorias, cardiovasculares, coronarias, insuficiencia cardiaca y accidentes cerebrovasculares ocupan los primeros lugares.
En ese sentido, los investigadores señalan que, si bien existen numerosos procedimientos de diagnóstico, estos no son del todo precisos para especificar quienes podrían ser más propensos a desarrollar una enfermedad circulatoria.
Es ahí donde el nuevo estudio llega para solucionar esta situación, demostrando que la anchura de las venas y arterias de la retina podrían ser claves para detectar la formación de enfermedades circulatorias de manera precisa y temprana.
A partir de esta observación los investigadores se dieron a la tarea de crear una herramienta completamente automatizada con inteligencia artificial a la cual le dieron el nombre de Quartz, la cual sería usada principalmente para obtener imágenes de la vasculatura de la retina para evaluarlas con el propósito de predecir la salud vascular y las probabilidades de morir de una persona.
Con ayuda de Quartz, los investigadores procedieron a escanear las imágenes de la retina de 88.052 participantes con edades comprendidas entre 40 y 69 años. Luego de esto, los investigadores llevaron a cabo el estudio de imágenes de la retina de 7.411 participantes con edades de entre 48 y 92 años, los cuales forman parte del estudio European Prospective Investigation Into Cancer (EPIC)-Norfolk.
Tras concluir sus estudios, los investigadores realizaron un seguimiento de la salud de los sujetos, abarcando un periodo de 7 a 9 años.
Los resultados arrojados mostraron que tanto la anchura y su variación, así como la curvatura presentada en las venas y las arterias de las retinas del ojo, representaban factores importantes a considerar para predecir la muerte por enfermedad circulatoria en la población masculina.
En el caso de las mujeres la predicción de riesgo fue obtenida a partir del área, la anchura de las arterias y su variación presentada en las arterias y venas oculares, junto con la curvatura.