Bacterias modificadas genéticamente para crear estructuras a lo LEGO

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ciencia nature

De la misma forma que podemos crear estructuras realmente complejas usando bloques de LEGO, también pueden crearse estructuras vivas con una filosofía semejante, y el MIT, junto a la Universidad de Arizona, lo ha demostrado.

Han creado un sistema que permite diseñar estructuras vivientes que pueden autorreplicarse y moverse, programándose para crecer y autoensamblarse para crear cualquier forma deseada.

El profesor del MIT Jörn Dunkel e Ingmar Riedel-Kruse de la Universidad de Arizona, son los responsables por esta plataforma, de momento experimental, que usa bacterias modificadas genéticamente y modelos matemáticos.

Cómo lo hacen

El objetivo es programar sistemas bacterianos para que puedan crear estructuras bidimensionales diversas, y para ello usaron una caja de herramientas de bioingeniería que les permite controlar las propiedades de adhesión de célula a célula de las células bacterianas móviles.

Estas bacterias modificadas genéticamente tienen en sus paredes algunas moléculas que sirven para engancharse a otras. Si las moléculas son compatibles con las de otra bacteria, se juntan, si no, deslizan, como si fueran piezas de un puzzle. Cuando se juntan varias en una superficie de nutrientes, las células crecen, se dividen y se mueven, hasta que crean una interfaz sólida visible con la forma definida por las moléculas de sus paredes.

Gracias a un modelo matemático consiguen simular el crecimiento y predecir la forma final en función de las moléculas que tienen en sus paredes.

Para qué sirve

Se podrán de esta forma crear láminas elásticas con crecimiento propio, o estructuras de canales que pueden transportar gotas de líquido a los lugares deseados, algo que tendría mucha utilidad en el mundo de la medicina.

Por otro lado, se puede usar en biosensores, ya que las bacterias, reaccionando a su entorno, podrían enviar información a los humanos.

Cuáles son los próximos pasos

Ahora están trabajando en hacer crecer estructuras tridimensionales y agregar funcionalidades, como producir ciertos químicos en los lugares deseados. Eso sería realmente útil para producir medicamentos en pacientes de forma automática, por ejemplo.

Tenéis más información en nature.com.

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