Desde que la NASA puso en funcionamiento el helicóptero Ingenuity en la superficie de Marte el 19 de abril de 2021, este pasó a convertirse en la primera aeronave con motor en ser usada para una misión espacial.
Treinta y nueve segundos de vuelo fueron suficientes para redefinir la exploración a otros planetas. También consiguieron inspirar a los ingenieros en esta materia a diseñar estructuras voladoras, estructuras que pudieran ser capaces de sobrevolar el terreno marciano de Marte por mucho más tiempo.
En ese sentido, un grupo de ingenieros de la Universidad de Arizona tuvieron la iniciativa de diseñar un planeador sin motor, con el propósito de efectuar potencialmente su vuelo en Marte, sacando provecho del viento generado en este planeta para permanecer en el cielo durante días.
Cabe mencionar la dificultad presente en el hecho de volar un avión en el planeta rojo, debido a lo ligera que resulta la atmosfera en este respecto a la de la Tierra.
En ese sentido, el aire de Marte posee una densidad inferior a la de la Tierra (-1%), de ahí que resulte entendible el desafío que representa para un avión sostener el vuelo en las condiciones que ofrece la atmosfera en este planeta.
En el caso del Ingenuity, este posee un peso de 1,5 kilos, mientras que en su diseño se incorporaron dos rotores de fibra de carbono cuya mecánica hacía que giraran mucho más rápido que aquellos presentes en un helicóptero convencional.
Sin embargo, el Ingenuity presentaba la desventaja de que los paneles solares instalados en su estructura solo podían obtener la suficiente carga para permitir un vuelo de 90 segundos.
Para este planeador se ha propuesto un diseño similar al de un albatros que resultará favorable en el sentido de lograr que permanezca en vuelo durante días.
Añadido a esto, el avión describiría en su vuelo un patrón en forma de S (justo como el del albatros cuando efectúa su vuelo) que le brindaría mayor velocidad.
A pesar de tener un peso de 5 kilos, que supera al del Ingenuity, este planeador de 3 metros de longitud es ligero, de modo que pueda ser capaz de sacar provecho de los vientos verticales para desplazarse en el cielo marciano sin mucho esfuerzo.
Y si estas condiciones no se presentan, igualmente el planeador podría ser capaz de volar en un ligero ángulo ascendente hacia zonas más bajas, donde haya presencia de vientos lentos, de modo que pueda mantenerse en una posición que le permita luego girar 180 grados hacia vientos más rápidos que se detecten en zonas más altas.
Esta acción se iría repitiendo de forma constante, de manera que el avión se mantendría subiendo y bajando en una línea serpenteante que le permitiría estar días en el aire. Así también, el equipo contempla la posibilidad de acoplar un globo dirigible al avión que pueda luego llevarlo hacia la atmosfera superior.