Reparando corazones dañados gracias a la impresión 3D

Publicado el

corazon

La impresión 3D ha abierto puertas que no sabíamos ni que se podían abrir. Gracias a ella podemos construir casas en muy poco tiempo, crear nuestras miniaturas con impresoras FDM o resina, imprimir prótesis, crear piezas en el espacio… y ayudar a reparar órganos dañados.

Esto es posible gracias al hecho de que hay impresoras que consiguen realizar el proceso con materiales que el cuerpo no rechaza, y ahora lo acaban de demostrar en el Instituto Wyss de la Universidad de Harvard.

Hasta ahora se había conseguido imprimir corazones en 3D usando silicona, e incluso las propias células de un paciente, pero no era posible simular el funcionamiento real del corazón. Lo que ha hecho un equipo del Instituto Wyss de Harvard es crear una técnica para imprimir en 3D macrofilamentos cardíacos largos, muy parecidos a los músculos que se contraen, de forma que se puede imitar mejor la compleja alineación de los elementos de contracción de un corazón.

Con la nueva técnica de impresión 3D, es posible producir tejido lo suficientemente grueso como para ser usado en tratamientos cardíacos regenerativos.

No han partido de cero, han estudiando una tecnología de bioimpresión SWIFT (Sacrificial Writing in Functional Tissue) ya existente, para crear una plataforma con 1.050 agujeros, luego los llenaron con células madre capaces de desarrollarse en múltiples formas, usaron proteína de colágeno y acabaron creando el tejido adecuado.

Después de ese proceso, crean la tinta de bioimpresión, y usa el movimiento del cabezal de la impresora 3D para ayudar aún más con la alineación.

De momento solo han conseguido imprimir una pequeña parte del corazón, queda mucho para poder tener un corazón completo funcional, pero han dejado claro que es posible, lo que podría revolucionar el mundo de los trasplantes de órganos dentro de pocos años.

De momento los filamentos impresos en 3D podrían usarse para reemplazar cicatrices después de ataques cardíacos, reparar agujeros de recién nacidos o para crear modelos mejorados de enfermedades.

Comparte en: