Por mucho que la cámara de fotos sea buena, cuando no hay absolutamente nada de luz, no pueden realizarse fotos. Podemos dejar el obturador abierto varios segundos, pero eso solo funciona si hay algo de luz, aunque sea un poco, no cuando hay oscuridad absoluta.
Pero para la IA nada es imposible, y un nuevo algoritmo lo demuestra.
El típico color negro y verde monocromático de las cámaras nocturnas podría sustituirse por imágenes a todo color gracias a un sistema definido en un estudio publicado en PLOS ONE.
Se trata de un algoritmo que reconstruye las escenas identificadas con sensores infrarrojos, ofreciendo así fotos en color después de ser procesadas.
Lo que han hecho es entrenar a un sistema de inteligencia artificial con pares de fotos, en colores y en infrarrojo, para que la máquina consiga encontrar patrones para después hacer el trabajo con una sola, la infrarroja. Después de ver millones de pared de fotos en infrarrojo y en color, la IA consigue entender las formas, y cuando le mostramos una nueva imagen en verde y negro, le da colores en función de todo lo que ha aprendido durante el entrenamiento.
De momento los resultados no son perfectos, necesitan más de una foto de la misma escena para poder devolver la original en color, y aún falta mucho tiempo para que puedan realizar ese proceso en tiempo real e implantarlo en gafas de visión nocturna.
Lo que está claro es que han demostrado que puede hacerse, por lo que ahora es cuestión de tiempo que tengamos gafas de visión nocturna capaces de ver igual que vemos de día.