La que fue la empresa de referencia en el mundo de la tecnología al mirar a Japón, está viviendo una pesadilla que puede acabar con su desaparición, dividiéndose en otras empresas o vendiéndose en el mercado privado.
Es un conglomerado, con una gestión muy compleja y muchos proyectos estatales que no pueden caer en manos de algún millonario que compre la empresa, pero alguna solución hay que dar, y por eso el mes pasado los accionistas votaron por si era factible la división en dos, estando pendiente el voto para ver si existe la posibilidad de volverse privado.
La caída de la empresa ha sido causada por varios escándalos, problemas financieros y renuncias de altos cargos.
Venderse a un fondo de capital privado
Ayer Toshiba anunció que su equipo de administración liderará las discusiones con fondos de capital privado y otros posibles inversores sobre posibles ofertas.
Ya recibieron una oferta de compra hace un año, del fondo de capital privado CVC Capital Partners, pero no se concretizó.
Ahora es Bain Capital quien ha dicho que está examinando una oferta por Toshiba, pero seguirá estando el problema de los proyectos secretos estatales que están en manos de la empresa.
Analizarán las ofertas de privatización que reciban y lo informarán a los accionistas para que tomen la decisión, todo antes de la reunión anual de accionistas de Toshiba en junio.
Dividirse en otras empresas
El problema es que dividir la empresa significa crear cargos de gerencia para cada unidad, y eso haría más complicada aún la situación actual.
Durante los últimos años se ha enfrentado a la posibilidad de dividirse en tres, con fuerte resistencia por parte de los accionistas, ya que crear más puestos gerenciales en unidades más pequeñas empeora el gobierno de la empresa.
Seguramente esta opción está descartada, pero aún se sabe poco del futuro de este gigante de la tecnología que no ha podido enfrentarse al nuevo mundo.