Los robots necesitan tener ojos parecidos a los humanos, con pupilas que reaccionen igual que las nuestras, con músculos internos que permitan que la luz entre más o menos en función del entorno… los ojos de vidrio estáticos no son prácticos, hay que ir más allá.
Pensando en el tema, Carl Strathearn, investigador de la Universidad Napier de Edimburgo, decidió recopilar datos de todo un clásico que se adelantó a su época, Jabba the Hutt y sus fantásticos ojos.
Comenta en un artículo de theconversation que tenía como objetivo crear ojos robóticos que reaccionen tanto a la luz como a las emociones utilizando un músculo artificial. Para ello habló con John Coppinger, uno de los ingenieros de Jabba the Hutt en Star Wars: Return of the Jedi, película de 1983.
Coppinger diseñó los ojos dilatados de Jabba, y ayudó a crear un sistema actualizado para crear ojos de robot usando tecnología actual:
[…] después de más de cuatro años de experimentos de laboratorio para obtener los materiales adecuados […] replicamos el tejido blando del iris humano, imprimimos en 3D una membrana de gelatina coloreada utilizando un mapa digital de un ojo humano. A diferencia del vidrio y el acrílico, la gelatina es natural, muy flexible y puede retener una imagen.
Para hacer que las pupilas se expandan y contraigan, igual que hacen los humanos cuando están felices o asustados, hicieron un músculo artificial a partir de una membrana de silicona estirada, recubierta por ambos lados con grafeno. Cuando se activan, aprietan la membrana de silicona entre sí dando un efecto de contracción.
El grafeno es tan fino que una sola capa permite que la luz lo atraviese como un ojo humano.
El músculo se excita con electricidad, y el área aumenta o disminuye en función de la presión. Usaron un material flexible impreso en 3D para mantener los músculos artificiales y los sensores en su lugar.
De esta forma han creado un ojo de robot que puede responder tanto a la luz como a la emoción simultáneamente, lo que ayudará a que podamos interactuar con ellos de forma más natural.
Se está pensando en usarlos para robots de compañía, aunque las posibilidades son infinitas.