Activista francés fue arrestrado, tras divulgación de datos desde Protonmail

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Protonmail, el servicio de correo electrónico que tiene como emblema la privacidad de sus usuarios y la encriptación de información sensible, se encuentra actualmente en tela de juicio, tras la polémica persecución a un activista francés rastreado a través del citado sistema de correo electrónico.

Hace poco comentábamos los primeros antecedentes sobre este caso, el cual desencadenó recientemente en la detención de un activista francés identificado a través de este medio.

Detienen en Francia a activista identificado a través de Protonmail

Respondiendo a una solicitud de la justicia francesa a través de Europol, la Oficina Europea de Policía, Protonmail proporcionó información que ayudó a identificar a un activista francés perseguido en su país.

A través de la cuenta «jmm18@protonmail.com», fue identificado uno de los integrantes de un colectivo de activismo responsabilizado por la organización de protestas sobre especulación inmobiliaria, ocupando inmuebles de forma ilegal.

Aunque Protonmail ofrece garantías de privacidad, incluyendo un cifrado de extremo a extremo en los mensajes que se intercambian, la compañía con base en Suiza ​​tuvo que proporcionar la dirección de correo electrónico investigada, más la dirección IP vinculada, datos sobre el dispositivo usado y el número con el que se identificaba el dispositivo.

Tras ser identificada una de las personas vinculadas a la cuenta identificada, la justicia francesa procedió con su detención. Ante las críticas, que cuestionan el real resguardo de la privacidad de sus usuarios, Protonmail emitió una carta aclaratoria.

El mensaje titulado “Aclaraciones importantes sobre el arresto de activista climático”, firmado por Andy Yen, CEO de la compañía tras Protonmail, precisó algunos puntos cuestionados tras este episodio.

En su carta abierta, la empresa Proton Technologies aclara que el cifrado que protege los contenidos que se intercambian a través de su servicio de correo jamás puede ser eludido. Sobre las solicitudes de información, señalan que desde la empresa no responden a solicitudes de gobiernos extranjeros, a menos que estas solicitudes se canalicen a través de un medio ajustado a la legislación de su país de origen, Suiza.

En este particular caso, la solicitud de la justicia francesa, intermediada por Europol, llegó a puerto suizo “a través de canales típicamente reservados para delitos graves”, según señala el mensaje de la empresa, que enfatiza en el mismo texto que a través de los medios que están bajo su alcance, resulta imposible conocer la identidad de sus usuarios, aclarando incluso que según sus propios antecedentes, no lograron identificar que los usuarios objetivo de este operativo francés eran activistas climáticos.

La real efectividad de la privacidad garantizada por este servicio está siendo cuestionada tras este episodio. No obstante, el mencionado mensaje de Protonmail señala que la mejor alternativa llega de la mano de una VPN.  En aquel espacio, Yen dijo que una orden de similar tenor tampoco podría proporcionar metadatos de ProtonVPN, su servicio de red privada virtual, ya que estas redes están sujetas a diferentes regulaciones bajo la ley suiza.

Es natural que ante un caso como este quienes más confiaban en la privacidad garantizada por este servicio, ahora duden de él. Ante este escenario, Yen se comprometió a actualizar la documentación pública de los servicios de la empresa que preside, para «aclarar mejor las obligaciones de ProtonMail en casos de enjuiciamiento penal».