Desde la aparición de la COVID-19 muchas han sido las campañas difundidas en redes sociales para informar acerca de las incidencias que puede tener este virus sobre nuestra salud.
Así también, se ha dado a conocer información sobre las diferentes vacunas desarrolladas para contrarrestarlo y sus efectos, a fin de generar confianza en la población e incentivarlas para que acudan a los diferentes centros de salud para aplicársela.
Sin embargo, como todo, también han surgido detractores de las vacunas que han llevado a cabo actos de rechazo hacia esta medida a través de diferentes medios, entre estos las redes sociales.
En ese sentido, Facebook recientemente llevo a cabo la eliminación de una red de cuentas procedentes de Rusia a las cuales se encontraba vinculada una empresa de marketing. Dicha empresa tenía como propósito promover contenido antivacunas contra la COVID-19 a través de personas influyentes.
En ese sentido, Facebook explicó que había deshabilitado todas aquellas cuentas que estaban conectadas con Fazze, una filial de la empresa de marketing registrada en el Reino Unido y que había efectuado sus actividades fraudulentas desde Rusia apelando a la violación de sus políticas de interferencia extranjera.
Así también, Facebook señaló que a través de su plataforma esta empresa de marketing había dirigido campañas a audiencias ubicadas en la India, América Latina y Estados Unidos.
Investigadores de Facebook denominaron a la campaña promovida por la empresa de marketing como un «lavadero de información». Esto, sustentado en artículos y peticiones engañosas difundidas en foros como Reddit, Medium y Change.org, añadiendo también el uso de plataformas como Facebook e Instagram para potenciar el alcance de su campaña y llegar a un mayor número de personas.
Aunque Facebook expresó que la campaña había sido neutralizada en su mayoría, la premisa de la misma había logrado captar una atención limitada.
Ya en 2020 Facebook había fijado su atención en Rusia en torno a la creación de lotes de cuentas falsas, las cuales se presume procedían de granjas de cuentas en Bangladesh y Pakistán. Dichas cuentas camuflaron su localización para hacer creer que su señal provenía de la India.
Facebook indicó que dentro de los contenidos difundidos por la red estaban memes y comentarios enfocados en desprestigiar la vacuna AstraZeneca, alegando que la misma podría convertir a las personas en chimpancés.
Así también, Facebook descubrió que dentro del sector de la salud y el bienestar hubo influencers que compartieron hashtags y peticiones creadas por la campaña.