Ya os comenté que el presidente de El Salvador quiere que el Bitcoin sea usado ampliamente en los comercios del país. El uso no será obligatorio, pero pretende hacer todo lo posible para que la gente se anime.
Para comenzar con el tema, el país planea entregar cuentas iniciales con 30 dólares en criptomonedas. Asignará 120 millones de dólares para crear hasta 4 millones de cuentas iniciales de Bitcoin, monederos que se conocerán como «Chivo».
El presidente Nayib Bukele dijo que la ley entrará en vigor en septiembre, una ley aprobada el 9 de junio y que convierte a Bitcoin en moneda de curso legal en el país, la primera nación en hacerlo.
Los 120 millones saldrán del fondo general del gobierno, un dato preocupante si tenemos en cuenta el tamaño de la deuda pública del país.
La gente aún no lo ha aceptado completamente, pero ya hay máquinas que están siendo instaladas para dar dólares a cambio de Bitcoin o viceversa.
La moneda digital se podrá utilizar en El Salvador en cualquier transacción y cualquier negocio tendrá que aceptar el pago en Bitcoin, a excepción de aquellos que carecen de la tecnología para hacerlo. El dólar estadounidense también seguirá siendo la moneda de El Salvador y nadie se verá obligado a pagar en Bitcoin, según la legislación.
A efectos contables, el dólar seguirá siendo la referencia, y el tipo de cambio lo irá estableciendo el mercado, siendo ese el motivo principal de la desconfianza, ya que las subidas y bajadas del bitcoin pueden ser impresionantes de un día para otro.
El motivo por el que creen que el Bitcoin es una solución es el hecho de que el 70% de la población no tiene acceso a los servicios financieros tradicionales. El Bitcoin es sinónimo de libre mercado, y creen que así se puede estimular el crecimiento.
Entre otros problemas que se encontrarán, es el hecho de que el número de transacción que pueden hacerse por minuto usando Bitcoins en todo el mundo es limitada, por lo que si su uso crece mucho para comprar el pan y otros productos básicos del día a día, aumentarán las colas de espera para realizar los pagos.