En los tiempos que corren, han surgido varios robots humanoides experimentales, en el marco de diversas investigaciones, usualmente multidisciplinarias.
Un nuevo ejemplar, creado en la Universidad Tecnológica de Nayang, Singapur, fue puesto a prueba para cumplir tareas de entretenimiento con ancianos.
Un robot humanoide para jugar bingo
La plataforma robótica reseñada se llama Nadine y se creó con el propósito de evaluar cómo puede un robot colaborar en el entretenimiento de personas de edad avanzada, mediante la ejecución de dinámicas y juegos, como el clásico bingo.
El robot en cuestión tiene una apariencia humana y se encuentra dotado de la capacidad de emitir ciertos gestos, para transmitir cierta sensación de realismo.
Lejos de perfilarse como un reemplazo para la dedicada atención que deben recibir muchos ancianos, sobre todo aquellos que residen en hogares, la implementación de Nadine se justifica como un estímulo para combatir la soledad a la que se enfrentan generalmente estas personas.
La propuesta de Universidad Tecnológica de Nayang fue especialmente diseñada para trabajar con ancianos. La plataforma puede activarse en cualquier momento y las interacciones se adaptan a cada contexto, ofreciendo la posibilidad de repetir los números de una partida de bingo cada vez que sea solicitado e incluso, volver a mencionar un enunciado más lentamente.
Magnenat Thalmann, investigadora titular de este estudio, experimentó junto a su equipo un primer despliegue de esta tecnología en un hogar de ancianos de Singapur, con 29 personas que, por lo menos, tenían 60 años.
Para evaluar la recepción de Nadine como anfitriona de una partida de bingo, se observó con cámaras la reacción de los participantes. Curiosamente, al repetir la dinámica con enfermeras, la motivación decreció.
Ciertamente, el impacto de interactuar con un robot, que para generaciones pasadas sólo eran realidad en películas y cuentos de ciencia ficción, aportó una cuota de interés adicional, pues se trata de una experiencia totalmente fuera de lo común para ellos.
En robótica, el desarrollo de robots de asistencia se ha desplegado en áreas diversas, de tipos industriales, ligadas a la medicina e incluso, vinculadas a la prestación de servicios de asistencia en centros comerciales u otros espacios públicos.
En el caso de Nadine, su proyección es como un robot social. Sus responsables ya trabajan en el mejoramiento de su capacidad de comprender más estímulos del entorno, para interactuar de una manera más cercana y consecuente.
Esta es una clara muestra del potencial que tienen los robots sociales como herramientas de compañía y atención para adultos mayores.
Algunos antecedentes de la investigación se encuentran publicados desde 2019 en el repositorio de la Universidad Tecnológica de Nayang. Un reporte más reciente de este estudio se encuentra publicado de manera preliminar y puede consultarse en el siguiente enlace.