Neuralink es la empresa que promete revolucionar el mundo de los implantes cerebrales. Hace pocas semanas vimos una prueba realizada en un mono que le permitía jugar a videojuegos con el poder del pensamiento, sin manos, pero no es la única impresionante noticia que nos ha mostrado en los últimos años.
La idea de Neuralink es poder poner implantes que analicen la actividad cerebral para predecir lo que vamos a hacer, y enviar órdenes a prótesis, o a ordenadores, con la acción planeada.
Es un tema delicado, de hecho Elon Musk ya ha asegurado en varias ocasiones que uno de los objetivos en el futuro es aumentar la inteligencia del ser humano integrándola más con la Inteligencia Artificial, algo que roza la ciencia ficción y que entra en la problemática ética.
El caso es que Max Hodak, cofundador de Neuralink, anunció hoy que ya no está en la empresa. Él comenzó con Elon Musk y hasta hace poco se había desempeñado como presidente.
No ha dicho el motivo ni en qué condiciones, por lo que no sabemos si fue él el que pidió salir o si ha sido despedido.
Comentó en twitter que no está en Neuralink, pero que aprendió mucho y que sigue siendo un fan de la empresa.
No sabemos tampoco si la partida de Hodak tuvo que ver con las enormes expectativas que levanta Elon Musk en las redes sociales, pero nada más salir de la empresa, Hodak estuvo de acuerdo con un comentario que afirmaba que generaba desconfianza el cambio de liderazgo en una empresa que aún no había enviado un producto.
Durante su mandato en Neuralink, Hodak a veces ha atraído la atención por compartir ideas excéntricas sobre temas que en ocasiones van más allá de la informática y la neurociencia. En una ocasión dijo que la tecnología ahora existe para que los científicos “construyan Jurassic Park», sin ir más lejos.