Samsung se embarcó inicialmente en el mundo de los relojes inteligentes de la mano de Android Wear, el predecesor de lo que hoy es Wear OS. Sin embargo, con el paso de los años saltaron de aquel sistema operativo a Tizen, su propia plataforma.
Durante el último tiempo, el sistema desarrollado por Google ha crecido hasta el punto de conseguir nuevamente captar la atención de la compañía surcoreana, quienes estarían considerando volver a trabajar con esta alternativa para sus relojes inteligentes.
Un rumor que toma fuerza
La idea de un nuevo Galaxy Watch con Wear OS, la adaptación de Android para relojes inteligentes, no es algo nuevo. Se trata de un rumor que ha circulado entre idas y venidas durante los últimos años. No obstante, la situación ahora es diferente.
Samsung's new watch will use Android to replace Tizen.
— ICE UNIVERSE (@UniverseIce) February 19, 2021
La repercusión de este comentario, alcanzando incluso ecos en la prensa especializada, se debe a que Ice Universe, un filtrador reconocido y con una base que lo respalda en el medio, lanzó hace algunos días el primer comentario, que posteriormente fue desarrollado por otros portales dedicados, como SamMobile.
Ante la falta de un anuncio oficial, de momento han surgido algunos comentarios sobre la concreción de esta eventual transición de sistema operativo durante este mismo año. Serían dos los modelos, pertenecientes a la categoría Galaxy Active, los que estrenarían el regreso de Android a los relojes de Samsung,
El tiempo marcó diferencias con el hardware y software
La decisión de pasar de Android Wear a Tizen en 2014 no se fundamentó sólo en la idea de generar un ecosistema interconectado entre todos los dispositivos Samsung, desde gadgets hasta electrodomésticos. También, debilidades de rendimiento motivaron la búsqueda de un nuevo horizonte.
El panorama con Tizen prometía grandes mejoras, pero que realmente no se notaron. Dispositivos con más de una generación de diferencia, presentan en su sistema mínimas diferencias en cuanto a diseño y prestaciones. Además, ciertas funciones, como el electrocardiograma integrado en Galaxy Watch Active 2 de 2019, han tenido un lentísimo despliegue, no estando disponible aún en varias regiones donde se distribuyó comercialmente el dispositivo.
Hoy, Wear OS puede presumir una propuesta más robusta y fluida gracias al desarrollo de los últimos años. Hay aspectos en las que las diferencias son realmente notables entre un sistema operativo y otro, como la oferta de aplicaciones de terceros, una de las principales debilidades de Tizen, ante la que Android se presenta de mejor forma.
El Apple Watch actualmente domina el mercado de los relojes inteligentes. De concretarse este movimiento, el escenario podría alterarse, impulsando la presencia de Android a través de su variante Wear OS en este mercado que cada vez acapara más presencia y de paso, también posicionar a Samsung en un puesto más competitivo dentro del abanico de smartwatches.