Los rayos ultravioleta C pueden desinfectar superficies expuestas durante varios minutos, un proceso muy usado en laboratorios y aplicable a varios tipos de contaminación. Estos rayos son perjudiciales para el ser humano, motivo por el cual debemos evitar exponer nuestra piel y dejar que dicha desinfección se realice en entornos aislados.
Esto hace que pueda parecer raro encontrarse con mascarillas que usan UV-C para desinfectarse solas, pero todo tiene su explicación.
La máscara UV transparente Leaf usa filtros HEPA N100, es transparente, dice poder filtrar casi el 100% de particulas de 0,3 micrones, cuenta con una versión Pro que incluye un sensor de calidad del aire, con datos sobre eCO2, VOC, polvo, nuestro metabolismo y flujo de aire, tienen ventilación activa para una respiración más fácil, material de silicona antivaho y antimicrobiano y un sistema de desinfección que solo se activa cuando no está siendo usada.
Para la autoesterilización UV-C cuenta con 3 LED de 275 nm, con una potencia de esterilización combinada de 150 mW. La esterilización UV-C comienza 10 minutos después de que nos quitamos la máscara y se conecta a una toma USB o fuente de alimentación.
En su web leaf.healthcare dicen que la esterilización tarda dos minutos, un tiempo algo menor que el recomendado en otras superficies. El precio ronda los 100 dólares.
Mascarillas especiales ya hemos visto de todo tipo, desde desde la que traduce a la que permite leer los labios, pasando por otras más sofisticadas aún , con ventiladores y sistemas de seguridad de todo tipo.
2020 fue el año de la implantación de las mascarillas en el mundo, y seguramente 2021 será el año de su implementación definitiva.