Cuando la tecnología comienza a usarse para registrar absolutamente todo de una persona, haya cometido o no algún delito, es porque algo «raro» está pasando, y el caso de Trump es un claro ejemplo del tema.
Lo nuevo de la administración Trump es que planea recopilar datos biométricos de inmigrantes, lo que podría generar una situación de vigilancia constante, sin límites.
De momento solo es una propuesta, y quiere que sea posible llegar más allá de la verificación de antecedentes para incluir la verificación de identidad, la producción segura de documentos y la gestión de registros.
La idea es que además de huellas dactilares, fotografías y firmas de personas mayores de 14 años, se puede tener escaneos de iris, impresiones de voz, impresiones de la palma de la mano y fotografías para reconocimiento facial, lo que haría que fuese fácil reconocer a cualquier inmigrante con grabaciones en las calles, cámaras de seguridad a distancia y muchos otros dispositivos de captura de información.
Al DHS se le permitiría recolectar ADN para verificar las afirmaciones de relaciones genéticas entre adultos y menores bajo la custodia.
El borrador ha sido divulgado por BuzzFeed News, y en él se comenta que el gobierno estaría autorizado a obtener estos datos en cualquier momento antes de que una persona obtenga la ciudadanía.
Lógicamente la propuesta ya ha comenzado a recibir críticas de diversos sectores, incluso abogados y especialistas que afirman que eso no hará al país más seguro, solo facilitará la vigilancia y dará un paso más para cerrar el sistema de inmigración legal.
Ahora es el turno de los votos por parte del Congreso.