Investigadores desarrollan cámara miniatura que puede ser transportada hasta por un insecto

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camara de accionn miniatura sobre insecto

Cuando se trata de tomar fotografías o grabar videos, las cámaras de acción han demostrado tener un gran desempeño en ambas tareas, donde cada año compañías del sector añaden en éstas nuevas funcionalidades, haciéndolas también más pequeñas a fin de facilitar su uso y que no entorpezcan nuestra experiencia.

En este sentido, una cámara inalámbrica de streaming en vivo fue creada por un grupo de investigadores de la Universidad de Washington, quienes lograron hacerla tan pequeña como para poder ser llevada por un insecto.

Fabricada en la Escuela de Ciencias de la Computación e Ingeniería Paul G. Allen de la Universidad de Washington, y financiada por una beca de Microsoft y la National Science Foundation, esta cámara constituye la primera en brindar una vista panorámica del mundo sin generar dificultades al insecto para desplazarse.

Y pese a no haber sido lo suficientemente pequeña o ligera para instalarla sobre una mosca, los 250 miligramos de peso de esta cámara no representaron ningún problema para el escarabajo Pinacate, insecto caracterizado por transportar una carga superior al medio gramo en superficies de pendientes pronunciadas, capacidad de la que también puede hacer alarde mientras trepa un árbol.

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Y es que, pese al tamaño que posee un teléfono inteligente respecto a las cámaras usadas por los profesionales, intentar reducir las dimensiones de una cámara de acción implantándola en este dispositivo habría generado un resultado totalmente diferente al obtenido. El teléfono habría sido muy grande y pesado para ser transportado por el insecto luego de que las baterías fuesen integradas.

Inspiración y funcionamiento de la cámara

Resulta notable el esfuerzo involucrado en el procesamiento de imágenes asociada a la captura de millones de pixeles en una toma, tarea que también exige de mucha potencia para poder llevarse a cabo.

Basándose en esta situación los investigadores decidieron tomar una ruta alternativa e inspirarse en la naturaleza, enfocándose su atención en la manera como las moscas ven el mundo.

En este sentido, los grandes ojos compuestos de la mosca tienen la capacidad para detectar movimiento gracias a la presencia en este de un amplio campo de visión, lo cual explica el por qué se nos hace difícil aplastarlas.

Añadido a esto, la mosca cuenta con una región pequeña de alta resolución, la cual permite que esta pueda enfocarse en presas o cualquier otro punto, ayudándole a reducir la carga de trabajo efectuada por su diminuto cerebro.

Retornando nuestra atención en la cámara, pese a que la misma representa un avance en lo que respecta al tamaño, la calidad de las imágenes obtenidas con ella queda relegada cuando es comparada con la de las imágenes obtenidas por la cámara integrada en el iPhone original lanzado hace 13 años.

Es así que las imágenes obtenidas con la cámara miniatura son de baja resolución y en blanco y negro, mientras que los videos grabados con esta son enviados a un teléfono conectado a una velocidad de 1 a 5 frames por segundo.

En un intento por ampliar el campo de visión de la cámara, los investigadores incorporaron una lente con capacidad para girar unos 60 grados a cada lado, haciendo posible el rastreo de un objetivo u obtener una vista panorámica de mayor resolución a través de la intervención de un operador remoto, a fin de evitar que el insecto deba moverse o ajustar su posición, ya que esto ocasionaría un consumo extra de energía.

Sumado a las limitaciones de calidad y resolución de imágenes de la cámara provocadas por su tamaño y enfoque de baja potencia, se cuenta también la de sus capacidades de transmisión, reflejadas en una conexión Bluetooth con un alcance de 120 metros aproximadamente, situación que demanda una presencia permanente del operador cerca de la cámara.

No obstante, en un balance positivo, se destaca la duración de la batería, la cual resulta aceptable y permite que la cámara pueda transmitir sin parar durante un tiempo de dos horas.

Para extender este tiempo los investigadores incorporaron un acelerómetro que se activa solamente cuando el escarabajo se mueve de manera que la cámara solo tome y transmita imágenes cuando este elemento se encuentre en funcionamiento, logrando así llevar la batería de la cámara a una duración de 6 horas.