Cómo las señales Bluetooth de nuestro móvil ayudan en la lucha contra el coronavirus

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Si hemos sido diagnosticados como COVID-19 positivo, es importante saber con quién hemos estado en contacto en los últimos días, ya que ellos también pueden estar infectados, aunque no sientan los síntomas, e infectar a otras personas.

Un equipo dirigido por investigadores del MIT está desarrollando un sistema que aumenta el rastreo de contactos gracias a las señales bluetooth de nuestro móvil.

El funcionamiento, explicado en pact.mit.edu, es sencillo, lo explicamos en tres pasos:

– Las señales bluetooth representan cadenas de números al azar, pueden emitir una especie de «chirridos» que otros teléfonos inteligentes cercanos pueden recordar haber escuchado. Todos nuestros teléfonos guardarían sus propios chirridos y el chirrido de los móviles que han estado cerca de nosotros.

– Si una persona da positivo, puede cargar la lista de chirridos que su teléfono ha emitido en los últimos 14 días en una base de datos. Luego, otras personas pueden escanear la base de datos para ver si alguno de esos sonidos coincide con los recogidos por sus teléfonos.

– Si hay una coincidencia, una notificación informará a esa persona que puede haber estado expuesta al virus e incluirá información de las autoridades de salud pública sobre los próximos pasos a seguir.

Todo este proceso se lleva a cabo mientras se mantiene la privacidad de aquellos que son COVID-19 positivos, ya que el sistema lo único que hace es «comparar chirridos» y enviar notificaciones a los que hayan recibido la señal de alguien infectado. Aquí lo tenéis en vídeo:

https://www.youtube.com/watch?v=g9L0z7EBut4

Ron Rivest, profesor y director del Instituto MIT, lo explica así:

Llevo un registro de lo que he transmitido, y tú haces un seguimiento de lo que has escuchado, y esto nos permitirá saber si alguien estaba cerca de una persona infectada. Pero para estas transmisiones, estamos usando técnicas criptográficas para generar números aleatorios y rotativos que no son solo anónimos, sino seudónimos, cambiando constantemente su ‘ID’, y que no se puede rastrear hasta un individuo.

Con su sistema, el equipo esencialmente está pidiendo a un teléfono que envíe este tipo de señal aleatoria todo el tiempo y que mantenga un registro de estas señales. Al mismo tiempo, el teléfono detecta los chirridos que ha recogido de otros teléfonos, y solo registra los chirridos que serían médicamente significativos para el rastreo de contactos: aquellos emitidos desde un radio aproximado de 3 metros y recogidos durante un cierto período de tiempo (unos minutos).

Los propietarios de teléfonos se involucrarían descargando una aplicación que habilite este sistema. Después de un diagnóstico positivo, una persona recibiría un código QR de un funcionario de salud. Al escanear el código a través de esa aplicación, esa persona puede subir su registro a la nube. Cualquier persona con la aplicación podría iniciar sus teléfonos para escanear estos registros. Una notificación, si hay una coincidencia, podría decirle a un usuario cuánto tiempo estuvieron cerca de una persona infectada y la distancia aproximada.

El siguiente paso vital hacia la implementación es interactuar con los fabricantes de teléfonos inteligentes y los desarrolladores de software, lo que puede tardar más debido a las leyes sobre privacidad existentes en cada país.

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