La impresora 3D más grande del mundo y su contribución con máscaras para los médicos

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medico

La fábrica de impresión 3D más grande a nivel mundial, ubicada en Praga, República Checa, está por dar su contribución en la cuarentena al empezar a producir protectores faciales a gran escala para el personal médico por la crisis del coronavirus.

Prusa Research es la empresa a cargo de esta herramienta y Josef Prusa, el fundador, ha revelado que están trabajando a toda máquina para poder ayudar al sistema de salud en la lucha contra el COVID-19. No obstante, el proyecto de impresión de estas máscaras presentan un par de dudas importantes: la efectividad del sellado.

La impresión de protectores faciales y sus posibles problemas

 

Según el propio director de la compañía, la efectividad del sellado debe ser perfecto en todos sus elementos: el filtro en sí, el filtro a la máscara, cómo la máscara se adhiere a la cara y la porosidad de las partes impresas. Tras esto, ha comentado lo siguiente: «La mayoría de nosotros imprimimos materiales rígidos que son difíciles de hacer compatibles con los sellos. Incluso si podemos obtener un buen sello, ¿seguirá siendo funcional, por ejemplo, incluso cuando el usuario habla?»

El protector en cuestión será puesto en marcha para proteger a los médicos de estornudos o tos de los pacientes, de allí a que su efectividad debe ser verificada para que no se convierta en otro problema que solucionar.

Hasta ahora, en 3 días se lograron realizar diferentes prototipos de caretas, pero el Ministerio de Salud checo ha dado la aprobación para centrar esfuerzos en dos prototipos.

Cuando la careta sea verificada y aprobada por las autoridades competentes, la empresa hará que una quinta parte de las impresoras 3D produzcan 800 protectores diarios hasta llegar a 10.000 unidades para donarlos al Ministerio de Salud checo. El coste de los materiales por careta es menor a 1 euro y Prusa ha destacado que de ser necesario podrán agregar más impresoras.

Igualmente, la empresa ha afirmado que tomarán mayores medidas para esterilizar las máscaras y hacer que el proceso de producción sea de clase A.

Además de lo anterior, una vez aprueben y finalicen con la producción de protectores, empezarán a trabajar en la impresión de gafas para los médicos y personal de los hospitales.

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