No cabe duda que desde la implementación de Google Maps muchas han sido las personas que han tenido la oportunidad de recorrer desde la comodidad de su casa diferentes lugares del mundo, visitando, no solo sus calles, sino también los sitios históricos más emblemáticos.
Sobre la base de esa premisa, Google ha decidido llevar al siguiente nivel esta labor con la recreación de todos aquellos sitios con amenaza latente de desaparecer como consecuencia del impacto generado por el cambio climático.
La propuesta, denominada por Google como “Heritage on the edge” formará parte de la colección de arte y cultura en la que se presentarán más de 50 exposiciones en donde los visitantes podrán apreciar los estragos causados por el cambio climático en lugares de interés históricos distribuidos alrededor del mundo.
Un total de 25 modelos serán recreados en detallado 3D gracias al uso combinado de técnicas de escaneo, fotogrametría y filmaciones realizadas por aviones teledirigidos.
Alguno de los sitios que contarán con representaciones altamente realistas serán las estatuas de Rapa Nui de la Isla de Pascua, el puerto comercial de Kilwa Kisiwani en Tanzania, las ciudades vieja y nueva de Edimburgo, la antigua ciudad de Chan Chan en Perú y la ciudad mezquita de Bagerhat en Bangladesh.
Junto con esto, los visitantes podrán encontrar galerías de bolsillo presentadas en realidad aumentada, disponibles a través del teléfono móvil y que les permitirá acceder a dos lugares: el Fuerte Gereza en Tanzania y la mezquita de la cúpula 9 en Bangladesh.
El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS por sus siglas en inglés) en conjunto con el archivo sin fines de lucro CyArk sirvieron de soporte para que Google pudiera llevar a cabo las recreaciones de estos sitios.
Si bien esta iniciativa de Google no impedirá que los sitios recreados puedan derrumbarse como resultado del embate climático, permitirá que las personas tomen conciencia y realicen esfuerzos para reducir el impacto de su acción sobre el medio ambiente.
Pero, en caso de no ser así, habrá quedado al menos un registro digital que pueda ser presentado a las generaciones futuras que deseen conocer cómo eran estos sitios antes de su desaparición.