Fuentes anónimas señalaron a la agencia Reuters que agentes de delitos cibernéticos del FBI y su división de tecnología operativa obstaculizaron la encriptación de los datos de iCloud que ofrece la compañía de Cupertino.
Seis informantes “cercanos al tema”, comentaron que la empresa que hoy tiene a Tim Cook a su cabeza, desestimó el cifrado del contenido almacenado por sus usuarios en su servicio de datos en la nube, ante una petición del FBI. Entre los informantes se encuentran un empleado actual y un exempleado de Apple, más un funcionario actual más tres exfuncionarios del FBI.
Este hecho dataría de hace por lo menos dos años atrás, en medio de un entrevero desarrollado entre la firma fundada por Jobs y el Buró Federal de Investigaciones estadounidense, a causa de un tiroteo conocido como la “matanza de San Bernardino”, caso en el que la presencia de un smartphone constituía evidencia fundamental para esclarecer el caso. Los datos del iPhone 5C en cuestión pudieron ser revisados por el FBI, “sin la ayuda de Apple”, según la información dada a conocer originalmente, versión que actualmente tiene comprometida su veracidad a causa de lo publicado por Reuters.
La encriptación de extremo a extremo es una característica de seguridad ampliamente promocionada por Apple, constituyendo parte importante de su estrategia comunicacional centrada en la privacidad que le garantiza a sus usuarios. En medio de tiempos convulsionados por casos ampliamente comentados, como la filtración de contenido personal de personajes públicos, esta iniciativa se planteó con el fin de reducir este tipo de vulneraciones a la privacidad. A pesar de eso, representantes de los agentes de delitos cibernéticos del FBI y su división de tecnología operativa rechazaron esta medida, justificándose en que a causa de esto no podrían acceder a la información ahí almacenada, aún teniendo una orden judicial para tal fin.
Entre las fuentes consultadas por Reuters, un exempleado de Apple señaló respecto al encriptado de iCloud que el FBI “lo mató, por razones que se pueden imaginar”. Ante esas presiones, Apple prefirió evitar implicarse en posibles acusaciones de “defensa a delincuentes”.
Otros informantes, dos exfuncionarios del FBI, señalaron que a pesar del enfrentamiento público sobre el caso de San Berardino, Apple y el Gobierno Federal mantienen una buena relación. A pesar de que ambos reconocieron no haber participado de las conversaciones con Apple, dijeron que en la discusión parecía que prevalecieron las razones expuestas por el FBI, las cuales señalaban que en miles de casos el acceso a esta información proporcionaba evidencias importantes.
Otro exempleado de la compañía de la manzana mordida indicó que el abandono de la encriptación podría haber tenido origen en otras causas, como la preocupación de que más clientes se verían bloqueados con más frecuencia. Tras esto, Apple ordenó a diez de sus expertos abocados en el desarrollo de la tecnología de encriptado por aquel entonces que abandonaran sus esfuerzos en el proyecto.
Con estos antecedentes, iCloud ya no ofrecería las garantías de seguridad de las que presume. Sin embargo, fuentes cercanas a Apple participantes de esta filtración de información afirmaron que Apple continúa resguardando la información crítica de sus usuarios, como sus datos confidenciales, las contraseñas almacenadas en el llavero de iCloud y los datos de la app Salud. Sin embargo, la agenda de contactos y los datos almacenados por aplicaciones de mensajería, se encontrarían expuestos conforme a lo señalado en esta publicación.
Hasta el momento, no se han pronunciado Apple ni el FBI al respecto. Puedes revisar la investigación de Reuters en su artículo original (en inglés).