Un mes con el kit que transforma bicis normales en eléctricas

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swytch

Hace un mes que transformé mi bicicleta normalita en una bicicleta eléctrica usando el kit de Swytch, un kit que puede adquirirse por menos de 500 euros, solicitándolo en swytchbike.com o en su página de indiegogo.

En su momento os hice un vídeo mostrando su funcionamiento básico, ahora, después de 1 mes de uso diario, puedo realizar algunas observaciones adicionales. Aquí tenéis el vídeo:

Sobre la experiencia diaria, teniendo en cuenta que el kit que tengo en manos es uno de los primeros prototipos de la segunda versión, puedo destacar lo siguiente:

Pros:

– Funciona perfectamente tanto en recta como en pendientes. Sobre la batería tenemos el control de velocidad, cinco, de hecho, por lo que si la pendiente es muy pronunciada basta con poner la quinta velocidad para que sea menos difícil subirla.
– Es mucho más económico transformar una bicicleta normal que comprar una eléctrica, y en un mes de uso diario no ha dado ningún problema, por lo que parece que estamos hablando de una opción realmente eficaz.
– Es sencillo de montar para quien sabe algo de bicicletas. El kit llega con una rueda motorizada, un sensor y una batería, por lo que es necesario, al comprar el kit, indicar el tamaño de la rueda deseado.
– La velocidad a la que se puede llegar sin pendientes es bastante alta para ir por la ciudad.
– La autonomía, si mantenemos la tercera velocidad, sí es de 35 km par el modelo eco (el modelo pro puede llegar a los 50 km). Pero si hay pendientes y se abusa de la quinta, se reduce bastante dicha autonomía.

Contras:

– El diseño no es tan elegante como el de una bicicleta eléctrica nueva. Es el precio que se paga por ahorrar.
– El sensor existente en el pedal debe revisarse de vez en cuando, ya que si se desplaza puede dejar de detectar el pedaleo y la asistencia eléctrica deja de funcionar. Si se consigue fijar bien en el cuerpo de la bicicleta, no habrá problemas, pero en mi caso el diseño de mi bici no permitía ponerlo como indicaba el manual, y tuve que usar bridas extras y adhesivo para que quede lo más fijo posible. Solo tuve problemas la primera semana, después de añadir adhesivo dejó de desplazarse.
– Al dejar la bicicleta en la calle se corre el riesgo que venga alguien y corte el cable del sensor, que queda expuesto, lo que dejaría el sistema eléctrico inservible. La probabilidad de que algo así ocurra es baja, pero ya sabemos que existe.
– El indicador de batería puede volverse loco cuando ponemos la quinta velocidad, ya que pasa de mostrar un 100% a un 75% en pocos segundos. Al bajar de velocidad vuelve a indicar el 100%. Supongo que quiere decir que si sigo con la quinta, la batería se acabará antes, pero es poco intuitivo.
– No hace milagros: si la pendiente es extremadamente pronunciada, ni la quinta velocidad evitará el esfuerzo. Es de sentido común, pero hay que avisar para los que piensen que estamos hablando de una moto.

En resumen: muy satisfecho con el sistema, y completamente recomendable.

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