Lo que veis en la imagen superior es una enorme maqueta de la ciudad de Shangái, la mayor de todas las expuestas en el Smart City Expo World Congress, congreso que ha dejado claro, una vez más, que Asia está por delante en un sector cada vez más necesario: hacer que las ciudades sean sostenibles, monitorizadas y alimentadas con datos que ayuden a mejorar la calidad de vida de la población.
Hablamos con los responsables del stand, quienes nos comentaron algunos detalles que os explico en vídeo:
Son drones que circulan por calles y edificios identificando problemas, cámaras y sensores en semáforos y farolas, iluminación inteligente controlada, semáforos que cambian en función de la previsión de tráfico calculada con sistemas de inteligencia artificial, policías que se desplazan a lugares donde seguramente ocurrirá algo dentro de unas horas, taxis que se mueven a lugares donde habrá una avalancha de peticiones dentro de poco, transporte público que modifica sus horarios dependiendo de las situaciones diarias, sensores de temperatura y de CO2 que envían información a otros sensores para alimentar un cerebro que toma decisiones…
Lo que más sorprende es el panel gigante que controla todo eso. Un solo sistema, una sola plataforma que puede existir en un ayuntamiento para tener un control importante de todo lo que ocurre en cada ciudad, aunque también nos comentaron que la presentada en la feria no es exactamente igual a la que usan en realidad.