Cuando hablamos de bicicletas eléctricas parece que siempre nos vamos a la franja de los 2.000 euros, a no ser que apostemos por un kit de conversión, que puede comprarse por menos de 400, o por alguna de las iniciativas que van apareciendo en kickstarter o indiegogo: bicicletas de menos de 1.000 euros con buenas características técnicas.
Es el caso de la empresa británica Analog Motion, quien se estrenó en el mundo del crowdfunding llegando a cientos de miles de euros en poco tiempo, y que ahora vuelve con nuevos modelos para 2020.
Como veis en la captura superior, son varios modelos de diferentes tamaños. Hay una con rueda de 20 pulgadas por 650 euros, y otras con estilo retro algo más caras, pero en ningún caso supera los 1.000 euros. Podéis ver los precios en indiegogo.com.
Ya han recaudado más de 440.000 euros y aún faltan varios días de campaña, y todo gracias a la confianza que generaron con la primera que tanto éxito tuvo (entregaron con éxito más de 500 bicicletas). Las bicicletas tienen todas motores de 250W para que puedan ser consideradas bicis en Europa, y ñas baterías son de 7Ah y 252 Wh que les da una autonomía de unos 44 kilómetros, aunque eso depende, claro está, del uso que se le de.
Sobre el paso, indican que en media las bicis pesan 15 kg, mientras que las bicicletas compartidas (como Uber JUMP) superan los 25 kg, una diferencia que se agradece.
El modelo Capital ronda los 750 euros, una bicicleta con neumáticos de suspensión Schwalbe que reducen la resistencia a la rodadura y aumenta la comodidad en carreteras difíciles. Este modelo ha mejorado la electrónica con un 15% más de potencia en modo de asistencia que el modelo City.
La más cara es la Edición Limitada (LE), con una transmisión más silenciosa y neumáticos Schwalbe Big Apple para terrenos irregulares. Tiene un aumento de potencia del 15% en modo de alta asistencia.
Todas ellas vienen con pantalla LED resistente al agua.
Todo parece indicar que las bicicletas eléctricas conquistarán las ciudades. Sus ventas están creciendo de forma sorprendente, dejando a motos y coches aparcados mientras los ciudadanos se desplazan de forma silenciosa, limpia y deportiva.