Amazon anunció una actualización en su sistema de reconocimiento facial, que forma parte de su servicio Amazon Rekognition.
Este sistema utiliza una serie de herramientas para aplicar las diferentes etapas del reconocimiento facial en el análisis de imágenes y vídeos. Analiza los atributos de los rostros (por ejemplo, si la persona sonríe) y extrae diferentes datos, por ejemplo, sexo, emociones, rango de edad, etc.
Y por supuesto, Amazon Rekognition también puede detectar objetos, movimientos y escenas, etc. Y a partir de estos datos identificar actividades especificas o analizar diferentes situaciones. Ahora ha recibido una actualización que mejora su potencial con relación al análisis facial optimizado la detección de emociones:
aumentamos el nivel de precisión de la identificación de género. Además, optimizamos la precisión de la detección de emociones (en las 7 emociones: “felicidad”, “tristeza”, “enojo”, “sorpresa”, “disgusto”, “calma” y “confusión”) y agregamos una emoción nueva: “miedo
Si bien esto puede ser un punto a favor del potencial del aprendizaje automático, también abre diferentes polémicas. ¿Cómo se utilizan estas tecnologías? ¿Violan la privacidad? ¿Qué grado de exactitud pueden ofrecer? ¿Qué tipo de regulación se aplica para que no se abuse de sus funciones?
Muchos comparten la opinión que manifestó Matt Cagle, abogado de ACLU, en 2018:
La gente debería poder caminar por la calle sin ser vigilada por el gobierno. Al automatizar la vigilancia masiva, los sistemas de reconocimiento facial como Rekognition amenazan esta libertad […] Una vez que se hayan construido y desplegado sistemas de vigilancia potentes como estos, el daño será extremadamente difícil de reparar.
Siguiendo esa línea, diferentes grupos de derechos civiles ya se han manifestado en el pasado para impedir que Amazon facilite su sistema de reconocimiento facial a servicios del gobierno.