Ya hemos visto diferentes iniciativas que buscan interpretar las emociones humanas a partir de vídeos o la cámara del móvil. Por ejemplo, entre los servicios de Microsoft Cognitives Services encontramos Emotion API para la detección de emociones (cómo ira, sorpresa, felicidad, etc) a partir de la expresión facial.
Siguiendo esa misma línea, investigadores de la Universidad de Duke y la Universidad de Colorado desarrollaron una inteligencia artificial que puede detectar hasta 11 emociones con tan solo mirar una fotografía:
La tecnología de aprendizaje automático se está volviendo muy buena para reconocer el contenido de las imágenes, descifrar qué tipo de objeto es […] Queríamos preguntar: ¿podría hacer lo mismo con las emociones? La respuesta es sí.
Para entrenar a esta red neuronal, llamada EmoNet, utilizaron más de 20000 vídeos e imágenes clasificando las emociones más relevantes (a partir de una serie de estímulos) en diferentes categorías. Estos entrenamientos pasaron por diferentes fases para que la IA fuera creando patrones a partir de las muestras.
Si bien los resultados son alentadores, notaron que la IA tenía ciertas limitaciones con algunas emociones. Por ejemplo, puede predecir emociones como el deseo o el enojo, pero no tiene ese nivel de precisión con otros conjuntos de reacciones. Emociones con estímulos similares como la alegría o el asombro logran confundir a la IA.
Esto abre nuevamente el debate sobre la eficacia de la inteligencia artificial para el reconocimiento emocional. Ni siquiera para un humano es sencillo detectar las expresiones emocionales de las personas ya que todos tienen diferentes formas de manifestarlas.
Tal como han expresado los creadores de este proyecto, si bien EmoNet aún necesita perfeccionarse, contribuirá a las investigaciones sobre emociones, tanto desde el lado de la inteligencia artificial como desde la mirada humana.