Antiguamente el ajedrez fue un juego en el que se puso a prueba la capacidad de la Inteligencia Artificial para tomar decisiones autónomas en el movimiento de las piezas, logrando la victoria en la mayoría de los casos sobre sus oponentes humanos.
Esta situación se ha trasladado actualmente al juego de capturar la bandera en su versión de videojuegos bajo títulos como Quake III y Overwatch, donde la Inteligencia Artificial ha demostrado ser un rival difícil de vencer para la mente humana.
Esto ha hecho que surjan interrogantes acerca de las posibilidades de la Inteligencia Artificial para replicar estas habilidades en el mundo real.
Cabe destacar que la dinámica de capturar la bandera se rige por habilidades que involucran el desarrollo de estrategias en equipo orientadas a la defensa y el ataque, manteniendo un equilibrio en la ejecución de ambas modalidades durante el juego. De acuerdo con investigaciones llevadas a cabo en DeepMind, un laboratorio de Inteligencia Artificial en Londres, se pudo determinar que esta, puede desarrollar la autonomía suficiente para dominar el juego, comprobado por ahora en un escenario virtual, según comentan en nyt.
En el resultado obtenido tras las evaluaciones y publicado posteriormente en la revista Science, los investigadores explicaron que, mediante el diseño de agentes automatizados habían descubierto que estos mostraban un comportamiento humano al jugar a la captura de la bandera en Quake III, formando equipos contra jugadores humanos y adaptando sus acciones en base al curso del juego.
Según Wojciech Czarnecki, investigador de DeepMind, los agentes pueden adaptarse a compañeros de equipo con habilidades diferentes entre sí, factor que, junto con las miles de horas de juego acumuladas, les permitieron adquirir habilidades particulares como correr hacia la base del oponente cuando un compañero de equipo estaba cerca de capturar la bandera.
Todos estos resultados representan un esfuerzo por parte de DeepMind en lograr su propósito de desarrollar una Inteligencia Artificial altamente autónoma con capacidad para tomar decisiones y elaborar estrategias en videojuegos tridimensionales de gran complejidad como Quake III, Starcraft II y Dota 2.
Por otra parte, se busca que el próximo paso sea trasladar este comportamiento de la Inteligencia Artificial al mundo real a fin de implementar sistemas automatizados con habilidades mejoradas.